Luego de pasar seis meses en las cavas de la morgue del Antonio María Pineda, fueron sacados cinco cadáveres sin identificación alguna. Serán enterrados en fosas comunes.
Uno de los trabajadores de la morgue explicó que era deber de la Alcaldía de Iribarren buscar a los fallecidos y ocuparse de su traslado y sepultura, pero en vista de que ellos no se apersonan tuvieron que pedir la colaboración a la funeraria Coromoto.
Destacó el empleado del Hospital que las cavas están a medio funcionar y otras no sirven y esos cinco cuerpos estaban ocupando espacio y por el tiempo que tenían se fueron descomponiendo, pero tenían que ser sacados porque pueden contaminar la morgue.
Foto: Ángel Zambrano