La pieza teatral La Revolución, de Isaac Chocrón, regresa a las tablas capitalinas desde hoy 1 de noviembre, en el Teatro Premium de la capital; protagonizada por Gustavo Rodríguez y Alejandro Corona, bajo la dirección de Armando Gota.
“Estoy muy satisfecho con este nuevo montaje”, dijo el actor Gustavo Rodríguez quien en los años 90 la representó junto al actor Mariano Alvarez. “Esta propuesta tiene varios ajustes, además tengo un nuevo compañero Alejadro Corona. La idea de remontarla fue mía, en memoria a Chocrón, que en este mes cumple un año de su partida”, agregó.
Enfatizó que Chocrón, quien falleció a sus 81 años, fue un hombre que hizo mucho por el teatro venezolano. “No sólo escribió, sino que también formó grupos de nuevas generaciones amantes del teatro. Su actividad fue integra al ámbito teatral del país, y este montaje es un homenaje a su legado”.
Esta noche en el estreno, también se bautizará el libro de Leonardo Azparren Giménez La vida requisada, sobre las obras Chocrón.
Polémica historia
La Revolución es una obra emblemática en el ámbito teatral venezolano, por su calidad literaria y la interacción de sus dos personajes: Eloy y Gabriel, quienes reflexionan de manera descarnada acerca de sus limitaciones existenciales, frustraciones, complejos y utopías, que conforman la agobiante realidad que ellos dos tratan de eludir.
No es una obra sobre homosexualidad, ni se presenta a los ojos del espectador como una meditación sobre el homoerotismo; sino son dos personajes desarraigados, tristes y solos en una vieja sala de teatro, que hablan de aquello que les acaece abiertamente.
Su audacia está en decir la verdad. Se presentan conscientes y saben que el mundo huele mal. Se interrogan sobre el sendero que lleva el país donde la persona no tiene valor, en el cual todo está fragmentado, tan confundido que no se sabe qué es una persona, un cuerpo o un ser.
Cuestionan una nación que tiene la necesidad de quitarse las máscaras, que debe acabar el slogan “no pasa nada, éste es el país de las maravillas”. Ellos piden un profundo cambio interior que es el único que permitirá un cambio social.
“Siempre será una pieza polémica, que conmueve al espectador y lo sacude. Es un carrusel de divertimentos en el primer acto, y en el segundo, llama a la reflexión. Es una bofetada”, explicó el primer actor Gustavo Rodríguez.
Manifestó que la pieza, montada por primera vez en 1971, tiene una vigencia absoluta en la actualidad.“La estructura de un país en aparente inercia, que representa comodidad, que pareciera que no pasa nada, nos retrata las frustraciones y conflictos internos de estos dos personajes”, señaló.
Aseveró que la pieza no es panfleto político, sino un viaje a la condición interna de estos dos personajes, quienes se encuentran aislados y excluidos de la sociedad y de su país.
Respecto a trabajar nuevamente con el directo Armando Gota, quien la dirigió en los 90, comentó con satisfacción que ha sido maravilloso.“Somos grandes amigos, y somos esos cómplices indispensables que se necesitan en el teatro… Él sabe muy bien de lo que se habla y trata el teatro”.
Rodríguez espera poder llevar la obra a todas las ciudades del país, como lo hizo la primera vez que actúo en la pieza. Las funciones son de jueves a sábados a las 10:00 pm.