El gobierno boliviano estableció la existencia de móviles de delito común, ligados al contrabando, en el intento de asesinato a un periodista, quemado con gasolina mientras transmitía en vivo desde una radioemisora, según dijo este jueves el ministro de Interior, Carlos Romero.
«No hay sustento de represalias políticas o persecución política, sino de una organización vinculada a crímenes y delitos comunes, probablemente ligados al contrabando», informó el ministro en una conferencia de prensa en el presidencial Palacio Quemado.
El periodista Fernando Vidal, de 70 años, sufrió el lunes quemaduras en su rostro y el 40% de su cuerpo luego que cuatro personas irrumpieran en su emisora y le rociaran con gasolina en el poblado de Yacuiba, en el extremo sureste del país y fronterizo con Argentina.
Yacuiba, de unos 140.000 habitantes, es un punto de nutrido tráfico de personas y de comercio legal e ilegal entre Bolivia y Argentina.
El ministro Romero detalló que los cuatro involucrados «en la tentativa de asesinato» fueron detenidos en operativos policiales en el poblado fronterizo.
Tres de ellos comparecieron el miércoles, cuando el juez Fabián Gareca ordenó su reclusión y un cuarto comparecerá el jueves ante la autoridad judicial.
Vidal se encuentra en la ciudad de Santa Cruz, al norte de Yacuiba, donde recibe tratamiento médico en una clínica privada.
Uno de sus familiares relató que el estilo de Vidal de conducir sus programas de radio en vivo motivó la reacción de personas ligadas al comercio ilegal de todo tipo de mercadería.
Otra empleada de Radio Popular, de propiedad de Vidal, se restablece de heridas menores en Yacuiba.
El hecho conmocionó a Bolivia y generó condenas de organizaciones internacionales, como Naciones Unidasd, la Sociedad Interamericana de Prensa y Amnistía Internacional, que pidieron al gobierno aclarar el hecho y a la justicia sancionar a los responsables.
