#opinión: Dile ¡NO! al halloween por: Carlos José Lugo

Al escribir este artículo mi intención es primeramente informarte y segundo advertirte acerca de los acontecimientos horribles que sucede en muchas partes del mundo el 31 de octubre en la diabólica fiesta de Halloween.
¿Sabías que, el 31 de octubre es el día más importante de los satanistas? Te podrás imaginar porque. Te doy varias razones:
1. Hacen culto al diablo
2. Sacrifican animales
3. Sacrifican niños
Estas son solamente tres de las muchas cosas que hacen en estos días.
Tú dirás «yo no soy satanista» o alguna otra cosa, lo cierto es que eso no te hace exento del peligro, no solo tú, sino tu familia está en peligro. Cuando vas a las fiestas en las discotecas o sitios nocturnos donde se celebra esta adoración diabólica estas participando en el culto a satanás, es parte de ello, no solo eso, también das cabida al diablo cuando estas en esos sitios y te aseguro, no tienes protección en esos momentos; La muerte está cerca de ti en esas actividades; muchos ignoran el trasfondo de lo que «dulce o truco» en verdad dice, no te involucres en estas cosas, no agradas a Dios en esto. El Halloween tiene que ver con el satanismo, la idolatría, el ocultismo, hechicería y más.
El Señor estableció en su palabra que no quiere que nos hagamos participes con los demonios (1 Corintios 10:20) también en otros libros del antiguo testamento, como por ejemplo el libro de Levítico Dios prohíbe prácticas como estas, entre las cuales, también están la idolatría, la hechicería, el ocultismo, la adivinación, entre otras cosas más…
Lo cierto es que estas actividades diabólicas no agradan a Dios. Si de verdad crees en Dios como sueles decirlo, porque si te pregunto ¿Crees en Dios? Me dirás que sí, entonces si de verdad crees en El, considera estas palabras.
1Co 10:23 “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
El Halloween, ni te conviene ni te edifica. Cuídate, «Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.» Santiago 4:8
Te aconsejo ese día, no salgas, siéntate en casa con tus hijos, lee la Biblia, no te disfraces de demonio/a, tampoco disfraces a tus hijos, no le hagas ese mal, ni siquiera permitas que participen en estas cosas en la escuela, no lo permitas. Si tienes un hijo, no te gustaría que una de las cosas que allí hacen a los niños les ocurriera. Sé un Padre y una madre responsable.
¡Dios tenga misericordia de tu alma!