Hay dos cosas que las personas no pueden dejar de adquirir: comida y medicinas. Esta última es indispensable para los tratamientos médicos que las personas deben realizar. No es capricho, no es lujo, sino una necesidad que no puede esperar días o condicionamientos de ningún tipo.
Los fármacos están escasos y esta no es una situación reciente. Cada vez que un médico recomienda algún fármaco, para los venezolanos comienza el viacrucis de una búsqueda, que muchas veces termina en un gran cansancio o, peor aún, con las manos vacías y sin alternativas para cambiar de medicamento.
Las opciones son pocas y crece la angustia en la población, que no entiende por qué ocurre esto en un país donde años atrás llegaban con completa normalidad los medicamentos y eran muy raras las situaciones en las cuales se presentaba escasez.
Barquisimeto no escapa de esta realidad. En los estantes de buena parte de las farmacias del estado faltan anticonvulsivos, los hipoglucemiantes orales y los medicamentos para controlar la tiroides, entre otros tantos que mucha gente busca.
En una farmacia ubicada al centro de la ciudad, la persona encargada comentó que “los inhaladores están muy escasos y llegan personas buscándolos porque este medicamento es necesario sobre todo para las crisis de asma. Con respecto a los anticonvulsivos, sí nos han llegado pero en pocas cantidades. De una vez se agotan. Lo mismo ocurre con las insulinas. En cuanto a los fármacos para controlar la tiroides, nos está llegando un remedio alternativo elaborado por un laboratorio reconocido que ha pasado a ser la opción para los ciudadanos”.
En otra farmacia, el vendedor manifestó que “nos llega de todo un poco, y ese es el problema… que de inmediato se nos termina y se quedan personas sin las medicinas que han estado buscando durante mucho tiempo. Es un círculo vicioso”.
En otro expendio de medicamentos, ubicado al este de la ciudad, manifestaron que desde hace meses que no tienen ni anticonvulsivos ni insulina.
Revisión de costos
Martha Giugni, representante de la Cámara de Farmaceutas del estado Lara, confirmó lo que vendedores de otras farmacias habían dicho que “sí llegan las medicinas, pero en pocas cantidades y no abastece a la ciudadanía, ya que la demanda es mayor a lo que nos traen”.
“Los representantes de los laboratorios alegan que tienen años pidiendo revisión de los costos de los fármacos. Hay medicamentos que cuestan dos bolívares fuertes y eso no cuesta ni siquiera la caja en el cual vienen las pastillas, por ejemplo”, manifestó Martha Giugni.
Destacó que actualmente muchas de las personas encargadas de las farmacias esperan al 16 de noviembre para la asamblea con la Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop), para saber cómo quedarán los precios.
Otros argumentan que puede haber una regulación en todas las medicinas, pero eso no es más que un rumor que no ha sido confirmado por ningún sector del Ejecutivo Nacional.
Lo que sí es cierto “es que hay muy poco movimiento, más bien lento. Entre la escasez y las pocas personas que van a una farmacia para adquirir algún medicamento o producto de primera necesidad, lo que estamos sintiendo es una gran recesión. Esto tiene muy preocupado al gremio”, dijo.
Fotos: Daniel Arrieta
