#opinión: Aldea global – Por un buen camino por: Ronny Alfonso Quintero

Estamos llegando a eso que Albert Einstein denominó, en otras palabras, como una apatía planetaria, llena de insensibilidad y exento de reflexiones por el futuro de la humanidad. El científico afirmó que “El mundo es un lugar peligroso, no por causa de los que hacen el mal, sino por aquellos que no hacen nada para evitarlo”, por lo tanto se necesita más compromiso por parte de todos los pobladores del planeta, no solo una consciencia por los problemas del medio ambiente, sino por darle vigencia a las palabras de Einstein con relación a la vida que estamos construyendo. Hay que hacer algo por mejorar nuestra calidad de vida, pareciera que todo se queda en declaraciones, firma de acuerdos, fotografías en grupo de líderes y mandatarios, cumbres y retoricas populistas, a pesar de los compromisos y promesas de las naciones más industrializadas del planeta, como es el caso de China, Rusia, Estados Unidos, Brasil, India, Francia, Alemania, Reino Unido, entre otras que poco les importa a la hora de cumplir o firmar esos acuerdos de orden ambiental, político o económico.
Observamos un mundo en que cada vez se originan más conflictos bélicos, protestas sociales, amenazas nucleares, gobiernos tiranos disfrazados de demócratas, pareciera que vivimos rodeados de payasos de armaduras finas y corazón de concreto, que saltan por encima de los caídos tras el botín de la corrupción y el caos. El poeta Víctor Hugo con razón dijo que primero fue necesario sensibilizar al hombre en su relación con el hombre, ahora es necesario sensibilizarlo en su relación con la naturaleza, los animales, con su entorno, con la vida, con la paz. Ponerlo a reflexionar sobre su futuro y el futuro de sus semejantes. La paz tan ansiada por el hombre casi que se evapora detrás de las fuerzas del mal, del odio, de la trampa, de guerras frías y calientes que inundan el planeta.
Hoy Colombia lucha por abrir su camino hacia la confraternidad, de hombres y mujeres que hace décadas suman esfuerzos para conseguir un modelo de vida y de gobierno que satisfaga a todos por igual, y sin embargo los violentos utópicos siguen poniendo barreras que impiden conseguirlo. Las reuniones se están dando en varios países, los lideres se sientan a la mesa para buscar acuerdos, que se espera puedan prosperar, por supuesto sino se le ocurre a una de las partes “sentarse en la mesa” o “besarla” con la altanería y la prepotencia que acompaña a algunos de los convocados a la reunión de Noruega.
Sin la paz, aun teniendo otras posibilidades de vida, el destino del hombre será la tribulación, el desasosiego, la incertidumbre, la muerte en vida. Sin embargo hay circunstancias que nos llevan al conflicto. Suena duro decirlo pero es una realidad que vemos a diario en nuestras comunidades, en nuestros países del mundo, las mentes estólidas y turbulentas de algunas personas con marcadas influencias políticas y económicas hacen fuerza para torcer el destino del mundo, pero si consiguen resistencia en aquellos que haremos algo por evitarlo, no es posible que lo logren, entonces, avanzaremos por mejor camino. Nada es eterno en la vida, solo Dios quita y pone gobiernos en el mundo y enrumba el destino de hombres y mujeres. Sin embargo todo esto debe ir acompañado de trabajo, de luchas, de esperanza, de fe. Se pierden unas batallas antes de ganar la guerra, la lucha debe continuar. Seguimos avanzando por buen camino. El éxito ahora está más cerca.
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