El camino a Barbacoas, en el municipio Morán, está marcado por la desidia oficial, aunque es un asunto bien conocido por todos, al menos, por aquellos que frecuentan la localidad o tienen parentela en el pueblo.
Sin embargo, son los propios habitantes quienes sufren con amargura la desatención gubernamental, la misma que ocasiona gravísimos daños en el asfalto, al punto de desfigurar por completo la plataforma vial.
De la capa de rodamiento queda poco. Es un caos adentrarse a la emblemática población donde la preparación de mantequilla crioalla es una de las mejores labores que realizan las amas de casas tocuyanas.
Espera. Son años de deuda con la comunidad que habita en esta parte alta de la tierra del tamunangue y es que la rehabilitación de la vialidad prometida, gobierno tras gobierno, no llega finalmente para el beneficio de los pueblerinos.
Un gran pesar
Con las vías en tan graves condiciones, el transporte público rural se abstiene de atravesar los obstáculos: no hay incentivos por parte del gobierno local, regional ni nacional. Los transportistas de la zona argumentan que la sustitución de algún repuesto para las unidades además del costo, les toma mucho tiempo en encontrarlo.
Hay otras personas, como la señora Lucinda Guédez, habitante del caserío Hierbabuena, quien exhorta a las autoridades para que doten de carros rústicos a la población que sirvan de transporte para las familias de comunidades más apartadas. Salir de un caserío a otro, dijo, puede tomar hasta dos días.
“Si nos dan la cola, llegamos el mismo día, sino hay que caminar y hacer paradas en casas de conocidos: el Gobierno no equipa a los caseríos para acortar las distancias. Es un calvario tratar de llegar hasta Barbacoas, la carretera no sirve”, explicó.
Los residentes de Barbacoas que no cuenten con vehículo propio, viven de la generosidad de otras personas: si pasa alguien por el camino, ofrece llevarlos hasta sus residencias, de lo contrario, caminan largos y largos kilómetros.
Llegaron los materiales
Después de varias denuncias hechas por los habitantes a través de EL IMPULSO, llegaron los materiales de construcción para el mejoramiento del templo católico del pueblo. Desde hace varias décadas, los fieles venían pidiendo los recursos para mejorar la apariencia de la casa de Dios.
Rosa Silva, vecina, declaró que la celebración de las fiestas patronales, festejadas hace unos días, sirvieron para obtener la atención de la Gobernación de Lara y ahora cuentan con lo necesario para iniciar las reparaciones, no obstante, indicó que pudieran hacer falta otros instrumentos.
Asimismo, recibieron mejoras en la plaza con la colocación de barandas en los alrededores de ese espacio consagrado dentro del pueblo, además de la iglesia, para el compartir fraterno entre los conurbanos. Sólo algunas personas, fueron premiadas con la sustitución de rancho por vivienda.
La Fundación Regional para la Vivienda (Funrevi) benefició a un pequeño grupo y, actualmente, más de 100 familias necesitarían de un nuevo inmueble, de acuerdo a los datos suministrados por las personas que hacen vida en el sector, debido a que la mayoría habita en casas de bahareques.
Fotos: Luis Salazar