A las 5:30 de la mañana de ayer, de un disparo en la cabeza, fue asesinado José Cupertino Olivera Faneites, de 36 años, en el sector El Obispo de Pavia.
La víctima, desde hace diez años, se ganaba la vida como taxista. Con este crimen son 30 profesionales del volante que han muerto en manos de la violencia que se ha desbordado en la entidad larense.
Se conoció que Olivera había sacado su vehículo, un Chevrolet Malibú beige de placas AB550T, para comenzar a trabajar y cuando iba a escasos metros de su residencia comenzó a ser perseguido por dos sujetos a bordo de una motocicleta. Pretendían que el taxista se detuviera pues tenían la intención de robarle su vehículo. Pero el profesional del volante aceleró la marcha creyendo que podría escapar de los maleantes, quienes dispararon en varias oportunidades.
Uno de los impactos pegó en la maletera y el otro entró por el vidrio trasero del vehículo y le dio en la cabeza al taxista, quien detuvo su marcha y quedó dentro del carro. Los sujetos al ver que le habían dado muerte al hombre se dieron a la fuga.
Funcionarios del Eje Contra Homicidios del Cicpc acudieron hasta el lugar de los hechos, comenzaron con las respectivas pesquisas y tras hacer el levantamiento del cuerpo procedieron a trasladarlo hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda. El vehículo fue llevado hasta la sede del cuerpo detectivesco para ser sometido a algunas experticias.
Familia destrozada
Los familiares del taxista supieron de la noticia porque la madre del mismo vio que llevaban el vehículo sobre una grúa. Se comenzó a comunicar y los seres queridos de Olivera Faneites comenzaron a preguntar y fue cuando se enteraron de lo sucedido.
Uno a uno, comenzaron a llegar a la morgue y fue a través del Cicpc que se enteraron de la trágica noticia: el profesional del volante se resistió al robo.
La víctima era el tercero de cinco hermanos. Con su muerte quedan huérfanos una adolescente de 15 años y un niño de 9 años, relató José Luis Olivera, uno de los hermanos del fallecido. Esperan que el caso no quede impune y que se haga justicia.
Se trata de una venganza
En cuanto a la muerte de Efraín Eduardo Escalona (21) hecho ocurrido la noche del miércoles en la calle 52 con Fuerzas Armadas, los funcionarios están manejando la venganza, pues según las versiones el joven iba caminando cuando fue interceptado por un sujeto que le disparó en la cabeza.
Según fuentes judiciales Escalona tenía un antecedente del 2012 por porte ilícito de arma de fuego.
En cuanto a la muerte del sexagenario en el municipio Jiménez, se conoció que ya se tienen algunos apodos de los presuntos homicidas, pues guardan relación con “El Tortuguita” hombre que asesinó al policía en Quíbor.
Fotos: Edickson Durán