Cuando empezaron los entrenamientos del 2012, el venezolano Héctor Sánchez no tenía idea si empezaría la temporada en Triple-A o en el equipo grande de los Gigantes.
El receptor no sólo estuvo arriba todo el tiempo con San Francisco, sino también fue pieza importante del rompecabezas que fue esta edición del equipo de San Franicisco que ha llegado hasta la Serie Mundial.
«Estoy agradecido por la organización de los Gigantes por darme la oportunidad», dijo Sánchez. «Tuve esa mentalidad en lo que fue el Spring Training de que quería demostrarle que sí podía estar en Grandes Ligas y podía ayudar al equipo. Eso es lo que demostré».
La importancia de Sánchez en los Gigantes del 2012 va más allá de lo que hizo en el papel.
Con el cátcher titular Buster Posey viniendo de una fuerte lesión en el tobillo izquierdo, San Francisco quería limitar un poco sus juegos detrás del plato. Pero para que eso fuera posible, el manager Bruce Bochy tenía que contar con un receptor suplente con dos cualidades: una defensa al estándar del capataz – nada fácil cuando se trata de un ex cátcher de Grandes Ligas – y un bateo que no representaría una fuerte baja al mover las fichas para poner a Posey en la primera base.
Sánchez dio la talla en ambos sentidos, ganándose el puesto por encima de Eli Whiteside y Chris Stewart.
«Sabíamos saliendo de los entrenamientos que era un muchacho joven que iba a tener que aprenderse la liga», dijo Bochy durante la temporada regular. «Ha hecho un buen trabajo preparándose. Nos ayuda a darle más turnos a Buster, y contamos con otro buen bateador en (el mismo Sánchez)».
En 56 partidos de campaña regular, incluyendo 48 como cátcher titular, Sánchez bateó .280 con 15 dobles, tres jonrones y 34 empujadas.
Siempre proyectado como buen bateador, el venezolano también demostró a sus 22 años que podía defender la receptoría y manejar un cuerpo monticular de Grandes Ligas. Eso permitió que Bochy pudiera limitar a Posey 111 juegos como receptor titular, algo que claramente ayudó al estelar mantenerse fuerte y tener una segunda mitad brillante.
«Ha sido un gran pelotero», dijo acerca de Sánchez el derecho Brian Wilson, cerrador lesionado de los Gigantes que ha observado de cerca lo logrado por el oriundo de Maracay este año. «No pensarías que fuera novato, sino que lo ves como un líder».
De su parte, Sánchez se siente muy satisfecho con el progreso que ha hecho este año, sobre todo tomando en cuenta la incertidumbre que lo rodeaba durante los entrenamientos.
«El trabajo que hice con mis compañeros, los coaches… Creo que ha sido un trabajo extraordinario», dijo.
Con la llegada de la postemporada, ha disminuido un poco la carga de trabajo de Sánchez. Con Posey detrás del plato casi todo el tiempo, el joven se vio limitado a tres partidos y siete turnos en las primeras dos rondas de los playoffs ante Cincinnati y San Luis. Bochy ya anunció que Posey será su receptor titular para toda la Serie Mundial, sin importar quién esté lanzando, aunque aún existe la posibilidad de que Sánchez vea acción como bateador designado en los encuentros celebrados en Detroit.
Mientras tanto, Sánchez no deja que nada la agüe su fiesta de octubre. Sin importar su tiempo de juego, «El Imán» sueña con ganarse un anillo de campeón.
«Como todo el mundo, ganar la Serie Mundial», dijo acerca de la meta para terminar el 2012. «Eso es lo que se quiere. Uno está aquí en busca de ganar esa Serie Mundial. Esa es la mentalidad.»
Parte de la histórica representación venezolana
Pase lo que pase con su intervención en el terreno en esta serie, Sánchez ya es parte de la historia de su país, siendo uno de nueve venezolanos activos en el Clásico de Otoño-la mayor cantidad en la historia del evento.
«Es extraordinario», dijo Sánchez al respecto. «Son los sueños de cada pelotero compartir esta Serie Mundial con peloteros de categoría de Venezuela como Marco Scutaro, Pablo Sandoval, Grégor Blanco y Miguel Cabrera. Son peloteros de gran trayectoria en el béisbol del mundo.
«Especialmente en mi caso», continuó. «Mi primer año completo. Es algo extraordinario y los sentimientos son increíbles e inexplicables.»