Definitivamente las universidades nacionales perdieron su autonomía financiera y presupuestaria, rol que ahora ejerce la Oficina de Presupuesto del Sector Universitario (OPSU) por directrices del Gobierno.
Cada año esas casas de estudios sólo reciben 30% del presupuesto final que solicitan en desmejora de su misión de impartir cultura y conocimiento.
Así lo observó la profesora Tahís Pico, presidenta de la comisión de presupuesto del núcleo de Vicerrectores Administrativos de las universidades de Oriente, UCV, Carabobo, LUZ, Unexpo, Unet y Simón Bolívar.
A nombre de sus colegas alertó a la opinión pública sobre la alarmante situación financiera de las universidades nacionales para el cierre este año 2012.
Indicó que los pocos recursos que reciben sólo han servido para convertir a esas casas de estudios en pagadoras de nómina, «pues es para lo único que alcanza el presupuesto asignado».
Asimismo expresó su preocupación por la cuantiosa deuda que vienen arrastrando derivada de los incrementos salariales ordenados vía decretos presidenciales y la acumulación de pasivos laborales de todo el personal.
En tal sentido hizo un llamado a la ministra de Educación Universitaria para que de una vez por todas se revise y sincere esta grave situación.
Los responsables del manejo administrativo de estas casas de estudios admiten que los recursos que les entregan son orientados básicamente para cubrir los pagos de nómina.
Denuncian que las universidades perdieron su rol primordial de impartir conocimiento, desarrollo cultural y científico, para convertirse en entidades pagadoras de nómina, ya que los pocos recursos no alcanzan para nada más.
Aseguran que la manera que impera en la asignación de recursos para las universidades se sale de toda la normativa de administración presupuestaria, y que incluso resulta engañosa porque no deja claro los pagos que suelen hacerse, «es decir, qué es lo que realmente estamos recibiendo».
Solicitaron a las autoridades, que se establezca una discusión abierta, diáfana, que permita buscar las soluciones financieras y ponga fin al eterno déficit presupuestario de esas casas de estudios.
Foto: Williams Toledo