“Capital social”. La grandiosidad ecológica, social, económica y cultural de los pueblos siempre ha estado determinada por su Capital Social.
Podemos comprobar que países de muy escasos recursos, enmarcados en pequeños territorios, han tenido un notable progreso en cualquiera de los ámbitos citados. Se puede demostrar que naciones que han sufrido guerras fratricidas; que han diezmado sus sistemas económicos y a gran parte de su población, en cortos periodos de tiempo, han logrado superarse en forma que pareciera extraída de la ciencia ficción; así podemos citar a dos de ellos, Alemania y Japón; tan sólo a manera de ejemplo.
En el estado Lara se ha desarrollado, en las últimas décadas, la instauración de una estructura sólida en cuanto a formación de Capital Social se refiere. Nos hemos integrado a un sistema educativo muy distante a aquel primer pedido de creación de la “Universidad Lisandro Alvarado”; ejecutado por el doctor Epifanio Pérez Pérez, a través del Club de Leones, por allá por el año 1.942. Pedido que fuera apoyado por don Raúl Azparren y el equipo de trabajo de la Sociedad Amigos de Barquisimeto, Fundasab; quienes se propusieron y lograron un objetivo mucho más allá del original.
Esto ha dado sus frutos. La capacitación de nuestra juventud para enfrentar los retos futuros con tesón, esfuerzo y trabajo creador se manifiesta cuando se ha reconocido en privilegiados espacios del mundo. Es causalidad comprobada, cuando coterráneos, conocidos por su superación personal, algunos de ellos provenientes de hogares muy humildes, han conquistado el éxito y han sabido mantenerse en él. No me atrevo a mencionar nombres por temor de obviar a alguien que merezca el sitial ocupado por otros tantos pero, seguro estoy que por su mente, respetado lector, ya han pasado algunos nombres.
Esto nos debe inducir a pensar que podemos pronosticar un futuro promisor no muy lejano; hay quien asevera qué: “La paciencia es la virtud de la sabiduría” y, el Libertador Simón Bolívar pregonaba: “Dios concede la victoria a la constancia”. Así pues, existen cosas inexorables y si usted siembra maíz tendrá la posibilidad de hacerse arepas, cachapas, atoles, chicha, hayaquitas de jojoto y pare usted de contar. Mientras más difundamos el conocimiento mayor será la posibilidad de conquistar lo que denominan el primer mundo; que no es más que la calidad de vida de la población. He allí su importancia y el objetivo primordial que debe trazarse nuestro sistema educativo, muy especialmente el sistema de educación superior. Tenemos la obligación de dotar a la población de la capacitación suficiente para qué, con dignidad, accedan a una mejor calidad de vida como un derecho adquirido; otorgado por providencia divina. Dando cumplimiento a la Constitución Nacional y al Estamento Legal venezolano, bajo preceptos tradicional e internacionalmente aceptados; con el pleno respeto al espíritu, propósito y razón del legislador probo; con conocimiento pleno de que derechos implican deberes, taxativamente.
Los estudios y el trabajo creador deben forjar las bases de una Venezuela prospera y fuerte. Tal cual lo indica el eslogan de nuestra gran Universidad Central… “La Casa que Vence las Sombras”. La sombra de la desesperanza, obligatoriamente, tiene que ser vencida por el talento creador… honesto. Una larga caminata se comienza con un paso y éste recorrido lo comenzamos ayer. Para el optimista no existen muros de contención, ni dragones que temer. La humanidad ha demostrado que las mayores y mejores herramientas para obtener el triunfo son el intelecto, la tinta, el papel y… La decisión.
Asumiendo una actitud de excelencia tendremos buenos resultados; tenemos una Tierra Mágica que amerita ser grande entre los grandes y tan sólo espera que no le fallemos. Nuestra descendencia necesita de todos y de cada uno de nosotros; la Red nos necesita; Venezuela espera que hagamos de ella el gran país que todos queremos. ¡Tuya es esa decisión!
