El pasado 6 de octubre, en horas de la madrugada, nuevamente la Quebrada El Tomo arremetió en contra de los vecinos de la Urbanización Santa Cecilia, esta vez, varias casas se anegaron luego que el afluente se desbordara.
La situación pasó inadvertida por la proximidad de la elección presidencial, y los vecinos afectados tuvieron que sacar el barro de sus casas, levantar la cerca perimetral de la quebrada y remover todo el material arrastrado por la fuerza del agua.
Aún esperan a las autoridades
Monika León, vecina del urbanismo, relató que inmediatamente luego del proceso de votación, una comisión de vecinos, entre ellos los afectados, acudieron a la Alcaldía de Palavecino para exigir, de una vez por todas, solucionar el estado de constante alarma de genera la quebrada.
Vía telefónica, León refirió que el alcalde no recibió a la comisión pero que la ingeniera Norma Viloria, directora de la Oficina de Planificación y Desarrollo Urbano, recibió el documento y aseguró que efectuaría otra de las tantas inspecciones, “pero nos dejó esperando en dos oportunidades y nunca vino”.
Comunicó que la situación de alarma por los desbordamientos e inundaciones de la Quebrada El Tomo, ya tienen a los vecinos paranoicos, “quienes rezan cada vez que llueve, pidiendo protección”.
-Mas esta situación es insostenible, porque cada vez que llueve, la quebrada nos desploma la cerca perimetral, anega nuestras casas y la entrada de la urbanización, aislándonos del mundo exterior y causando pérdidas millonarias, citó León.
Se anegan nuevamente
Valentina Gómez y María Alejandra Vergara, destacaron que el pasado viernes, luego de una fuerte precipitación, la quebrada se desbordó e inundó por tercera vez la casa del señor Carlos Páez, ubicada en el conjunto C de Santa Cecilia. Comentaron que en menos de un mes, el afluente ha rebasado su capacidad debido a la angosta aducción por donde debe entrar el caudal a la altura de Santa Cecilia.
La fuerte corriente y los sedimentos arrastrados por la quebrada, han tumbado dos veces la cerca, arrastrando brocales, arrancando tramos de aceras y penetrado en la vivienda antes referida.
Recalcaron que los vecinos del conjunto C, se vieron en la imperiosa necesidad de amarrar los carros con mecates para que las correntías no los arrastrara, “pero igual el agua les penetró y se anegaron”.
Tomarán la Ribereña
Resumieron que de no existir una respuesta efectiva por parte de la Alcaldía, por cuanto el problema tiene varios años en el tapete, tomarán la Ribereña en señal de protesta.
Fotos: Luis Alberto Perozo Padua