…pero los trabajadores son pocos. Mateo 9,32-38. Jesús en su recorrido encuentra a la gente desorientada y desfallecida. Los fariseos dirán con desprecio: “ésta gente que no conoce la ley, se halla bajo la maldición” (Jn 7,49) Sin embargo Jesús los mira con otros ojos. Es capaz de percibir la situación del pueblo sencillo. No se queda en contemplarlo sino que se compadece de ellos y quiere que otros sigan su desbordante tarea de enseñar, curar y animar a los de corazón decaído.
Dios se sirve de hombres y mujeres para comunicar su mensaje de amor y esperanza, los apóstoles venían de diferentes ambientes y mentalidades. Les tocó la hermosa y exigente tarea de participar del poder de las obras y palabras de Jesús. Empiezan por casa, pero el destino de su misión no tiene límites ni fronteras. El día siete de Octubre del 2.012 quedará como uno de los días de mayor expectación en la historia republicana del país. Ha sido una larga y extenuante campaña electoral para los dos principales candidatos que se postularon a la presidencia del poder ejecutivo. Uno de ellos recorrió a pié más de 250 pueblos, caseríos, capitales de estado, llevando su mensaje de paz, progreso y unión de todos, absolutamente todos los venezolanos sin distingo de colores o razas. El otro candidato oficialista, representando la continuidad de un proceso de 14 años, por su aparente discapacidad montando un camión con tarima acondicionada, esparcía su mensaje cardiológico, excluyente para quien no apoyara la revolución socialista: “El que no apoya a Ch no merece ser venezolano, así mismo lo dijo, así mismo se lo copiamos”
La Ley y los Profetas constatan que la soledad entrega a los pobres y desamparados en manos de altaneros y aplastadores.
Pero a pesar de las apariencias, Dios mismo se encarga de la protección de los más desasistidos y sale fiador por ellos (Ex 22, 20-21). El día ocho de Octubre con el nuevo amanecer, podría ser que nos sintamos solos o abandonados hasta por el mismo Dios.
Es verdad, habrá ciudadanos que se sentirán derrotados. Y otros celebrarán con júbilo el haber triunfado su candidato. Sin embargo será el tiempo de consultar al Señor. Oseas 10, 1-3 7-8.12. Tendremos que buscar el rostro del Señor y juntos regocijarnos porque pudimos ganarle al miedo de lado y lado, porque actuamos civicamente, porque se hizo respetar la Constitución, porque triunfó el sentido común, porque el pueblo se expresó, porque es la oportunidad para ser hermanos y primos de verdad, devolvernos la confianza, renovar el compromiso de empujar en un solo sentido para construir país.
La mies es mucha, y el Reino de Dios necesita de muchos obreros. Venezuela ha sido bendecida, ésta es una tierra muy extensa, llena de prodigios, de futuro. Tan solo somos 28 millones de habitantes, todos cabemos, procuremos por el Amor de Dios acomodarnos sin atropellos. Ojalá que el triunfador sepa administrar bien su liderazgo, para que convierta esta patria en tierra de justos.
