Lectura
Con el epíteto de científicos, la ciencia los autoriza para hablar en su nombre. Cada cual o agrupados exponen temas referidos a su especialidad. Son varios los científicos que dedicados a la astronomía nos están enseñando mediante programas televisivos nuestro universo. Se le llama así: “Universo” porque siempre, hasta el presente, sólo había uno. Universo procede de uno. Ahora, los mismos científicos, tal vez con algunos agregados más, nos informan que el universo no está solo, según esos respetables señores, a decir de ellos, el espacio es incomparablemente espacioso. Tan vasto es el referido espacio que en el caben con holgura, además de nuestro pequeño universos, muchos otros más grandes quizá que el nuestro. Y para una población de universos tan grande hubo de acordarse de que el término universo, tan insignificante, reclamaba ante tanta multitud de universos otra denominación. Tenía que ser una palabra que los comprendiera a todos, de modo que esa novísima palabra de significado colectivo “Multiverso”. En adelante ya no se hablará más de universo. Considerando que esos otros mundos para parafrasear a San Agustín, en conjunto forman el Multiverso. La mayúscula es para destacar el vocablo, imagínense ustedes cuál será la dimensión del espacio que todos los universos del Multiverso caben y se mueven en él sin probabilidades de que suceda un conflicto universal de universos en el Multiverso.
Todavía parece no contarse con la fotografía de alguno de ellos; los científicos si las tienen, no sabemos por qué nos hacen esperar para mostrárnosla. De todas maneras Pandora, tan humana como parece, nos dejo la esperanza como último recurso al cual apelar.
En esos programas televisivos acerca de estas cosas, los comentaristas como insinué antes son científicos; un día de estos habrán de sorprendernos con sus álbumes de fotos del Multiuniverso. Uno de ellos mostrará el Multiverso junto al fotógrafo, y es posible que se autorretrate y se agregue una leyenda al pie de página: “Primera fotografía del Multiuniverso tomada por el científico “X” que se reserva todos los derechos” Naturalmente, el científico se verá como una borona al lado del descomunal Multiuniverso.
Mientras esos señores comentan esas cosas en ausencia o con sus imágenes, se proyectan imágenes muy familiares para nosotros porque casi todas son como réplicas de los planetas, de los cometas y de los meteoritos del sistema solar de nuestro universo. Multitud de asteroides animan la pantalla abalanzándose contra nosotros, que como espectadores los observamos escaparse con el clásico sonido onomatopéyico de la velocidad, por los bordes laterales de la pantalla. Sería muy monótono si estas escenas fueran continuas. El programa cuenta con una gran variedad de escenas que no permite la pesadez. Sea,por ejemplo, la escena que muestra la superficie de un planeta verde azul como la Tierra, situado en el centro de la pantalla mientras un meteorito (esas grandes piedras que se ven flotar en el espacio de las pantallas), y que se mueven con mucha majestuosidad por ese corredor espacial donde se los ve agrupados. Y sin saber porque, como taquito de liguita, alguno se precipita a gran velocidad dejando atrás su estela, y sin mediar palabras, ¡juaz! Impacta en la superficie verde azul. En otros casos es un cometa que “como alma que lleva el diablo” devoran el espacio en una suicida carrera que imaginamos intelectualmente a la par que la vista recorre los centímetros de la pantalla para observarlo como se hace añicos contra alguna superficie planetaria. Todas estas cosas suceden mientras los científicos nos informan sin asombro que nuestro universo es apenas uno de los miles, que para ellos, forman el Multiverso o Multiuniverso.
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