La vida puede resultar en muchos casos como una travesía, donde nos encontramos perdidos y sin esperanza. El autor Max Lucado ilustra muy bien esto en su Libro “Aligere su equipaje”:
Imagínese que está en una selva. Una selva densa. Una selva oscura. Sus amigos lo convencieron de que era hora de dar el viaje de su vida, y allí́ está. Usted pagó el pasaje. Cruzó el océano. Contrató un guía y reunió un grupo. Se aventura a entrar donde nunca antes lo había hecho, en el frondoso y extraño mundo de la selva.
¿Suena interesante? Demos un paso más. Imagine que está en la selva, sólo y perdido. Se detuvo a amarrarse una bota, y al levantar la vista no vio a nadie cerca. Decide ir a la derecha, no sabe si los demás fueron a la izquierda. (¿O usted fue a la izquierda y ellos a la derecha?)
De todos modos, está solo. Y ha estado solo durante, bueno, no sabe por cuánto tiempo. Su reloj se quedó en su bolso que lleva colgado al hombro un buen muchacho… No era su intención que él lo llevase por mucho tiempo, sino solo mientras se ataba los cordones. Pero él siguió́ caminando. Y aquí está usted. Atascado en medio de quién sabe dónde.
No fue hecho para este lugar
Usted tiene un problema. Primero, no fue hecho para este lugar. Que lo dejen en el centro de avenidas y edificios, y sabría encontrar el camino. Pero aquí́, ¿bajo este follaje tenebroso? ¿Aquí́, donde los matorrales ocultan todo sendero y huella? Usted se halla fuera de su elemento. Usted no fue hecho para esta selva.
Lo peor, es que no está equipado. No tiene machete. No tiene cuchillo. No lleva fósforos. Ni linterna. No tiene comida. No está equipado, y ahora está atrapado y no tiene la menor idea de cómo salir de allí́.
¿Le parece divertido? A mí tampoco. Antes de seguir adelante, Detengámonos y preguntemos cómo se sentiría. Dadas las circunstancias, ¿qué emociones aflorarían? ¿Con qué pensamientos tendría que luchar? ¿Temor? Evidentemente. ¿Ansiedad? Por decir lo menos. ¿Ira? Razones tiene (seguramente le gustaría poner las manos encima de quienes lo convencieron que emprendiera el viaje).
Pero por sobre todo, ¿qué de desesperanza? Ni idea de a dónde volverse. Ni un pálpito en cuanto a lo que hay que hacer. ¿Quién lo podría culpar por sentarse en un tronco (pero es mejor ver primero si hay víboras), cubrirse el rostro con las dos manos, y pensar, nunca más saldré́ de aquí́ ? No tiene orientación, equipo, ni esperanza.
¿Puede congelar esa emoción por un momento? ¿Puede sentir, sólo por un segundo, qué se siente al estar fuera de su elemento? ¿Sin soluciones? ¿Sin ideas ni energías?¿Puede imaginar sólo por un instante qué se siente al estar sin esperanzas?
Si puede, puede identificarse con muchas personas en este mundo.
La vida es…
Para muchas personas, la vida es… bueno, es una selva. No una selva de árboles y animales. Si fuera así́, la cosa sería sencilla. Ojalá nuestras selvas se pudieran cortar con machetes o se pudiera atrapar a nuestros adversarios en una jaula. Pero nuestra selva está compuesta de matorrales de salud que falla, corazones quebrantados y billeteras o carteras vacías. Nuestra selva está formada por murallas de hospitales y cortes de divorcio. No oímos el canto de las aves ni el rugido de leones, pero oímos las quejas de los vecinos y las exigencias de los jefes. Nuestros depredadores son nuestros acreedores, y los matorrales que nos rodean son las exigencias de las prisas, que nos agotan.
Hay una selva allá afuera.
Y para algunos, y aun para muchos, la esperanza es una provisión escasa. La desesperanza es una bolsa extraña. A diferencia de las otras, no está llena, está vacía, y esto es lo que provoca la carga. Ábrala y revise todos sus bolsillos. Déle la vuelta y sacúdala con fuerza. La bolsa de la desesperanza está completamente vacía.
No es un cuadro muy agradable, ¿verdad? Veamos si lo podemos iluminar. Hemos imaginado lo que se siente cuando se está perdido; ¿puede imaginar lo que se siente cuando a uno lo rescatan? ¿Qué se necesitaría para restaurar su esperanza? ¿Qué necesitaría para devolver las energías a su viaje?
Aunque las respuestas son abundantes, tres saltan a la mente.
Encontrando compañía, motivación y sobre todo orientación
Lo primero sería una persona. No cualquier persona. No necesita a una que esté igualmente confundida. Necesita a alguien que sepa cómo salir de allí́.
Y de él necesita una visión. Necesita que le levante el espíritu. Necesita a alguien que le mire de frente y diga: «Este no es el fin. No te desanimes. Hay un mejor lugar que éste. Yo te llevaré».
Y, quizás lo más importante, necesita orientación. Si tiene una persona, pero no una visión renovada, lo único que tiene es compañía. Si es una persona con visión, pero sin orientación, tiene por compañero a un soñador. Pero si tiene a una persona con orientación, que puede llevarla de allí́ al lugar correcto, tiene a alguien que puede restaurarle la esperanza.
Guía es una de las necesidades más profundas que tienen billones de habitantes en este planeta. Saber cual es su propósito, cómo enfrentar lo dolores y desilusiones de la vida. Encontrar un sentido a todo aquello que les ocurre y recobrar la esperanza. Sin embargo la mayoría se sienten atrapados. Como dice Rick Warren: “La vida sin propósito, carece de sentido. Sin sentido, pierde el significado y sin significado, pierde la esperanza.” Jesús dijo: Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. (Mateo 11:28-29 NTV). En él no solo encuentras compañía en medio de la soledad, ánimo y motivación cuando te siente abrumado, Él va más allá, pues sabe todas las cosas y quiere guiarte, quiere darte dirección en medio de la desesperanza.
Una invitación con todo mi corazón
Quiero invitarte para que me acompañes en la conferencia: “Como enfrentar tiempos difíciles”, la entrada es libre. Este Domingo 21 de octubre en “Gran Versalles”, vía el Ujano, al lado del Club Ítalo Venezolano. Será un tiempo de esperanza y te daré las claves para manejar las preocupaciones que muchas veces te mantienen paralizado o ansioso en la selva de la desesperanza. Puedes asistir a cualquiera de nuestras cuatro presentaciones: 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 m. Y 2:00 p.m.
Sientes que estás viviendo tiempos difíciles, esta enseñanza ha sido diseñada para ti. No te quedes en tu casa, anímate y dale un giro a tu vida. Esfuérzate y hazlo. Twitter: @reajose
Esfuérzate y Hazlo: Cómo enfrentar tiempo difíciles por José Rea
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