Cuando todo estaba listo para comenzar el juicio de Paulina Rubio por incumplimiento de contrato, por no haberse presentado en un concierto en Colombia, la defensa de la cantante sorpresivamente pidió más tiempo para preparar el caso.
El viernes pasado la defensa de Rubio había presentado una moción para que se cambiara en los documentos del proceso el nombre de la compañía Link Tours of Florida por el de Link Tours of Delaware, con la que aseguran se había firmado el contrato. Sin embargo, la jueza, tras una petición de los demandantes, dijo que el proceso seguiría en contra de la cantante.
Durante más de una hora las partes expusieron sus argumentos a la jueza y discutieron sobre quién debe recaer la responsabilidad legal en este caso, pues los demandantes aseguran que debe ser sobre Rubio, mientras que la defensa afirma que la empresa de la cantante Link Tours, es la que debe responder.
La llamada “Chica Dorada”, quien estuvo presente en la corte pero no dio declaraciones, celebró junto a sus acompañantes la decisión de la jueza de aplazar indefinidamente el inicio del juicio.
“Estas son tácticas y artimañas dilatorias para tratar de ganar tiempo porque están asustados de comenzar el juicio. Esta es la sexta vez que logran retrasarlo con movimientos como este”, dijo Richard Wolfe, abogado de los demandantes, quien no pudo ocultar su frustración.
Omar Ortega, abogado de la artista mexicana, dijo que ellos estaban listos para comenzar el juicio este lunes pero que, ante los cambión que se habían presentado, solicitó a la jueza por lo menos un mes para preparar la defensa.
Rubio fue demandada en noviembre de 2010 en Miami por CMG Entertainment, una corporación con sede en Miami; el Fondo Mixto de Cultura de Boyacá y la Corporación Cultural Viva la Música, por no presentarse en un concierto en agosto de ese año en la localidad colombiana de Tunja, como parte del Festival Internacional de Cultura de Boyacá.
Los demandantes alegan que Rubio incumplió un contrato y piden una indemnización de un millón de dólares por daños y perjuicios correspondientes a los gastos de organización del concierto, además de intereses y costas legales.
Según la defensa, Rubio no pudo llegar al concierto por inconvenientes de transporte aéreo a Tunja y no por falta de deseo de asistir al evento.
Argumentan que a pesar de que los organizadores del espectáculo se habían comprometido a proporcionar una avioneta para el traslado de la artista, ellos mismos tuvieron que contratar la aeronave para llegar al concierto y que no los dejaron aterrizar en Tunja, aparentemente por motivos climáticos.
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