Robert John Camacaro García (25), su pareja desde hace año y medio Wendys Josefina Pacheco Soto (28) y su amigo Rafael Antonio Delgado Martín (30) fueron asesinados a las 2:30 de la madrugada de ayer en la vereda 7 del sector Renacer Crepuscular, comunidad ubicada en el kilómetro 13 de la vía a Quíbor. Los familiares de los fallecidos se enteraron de la trágica noticia entre las 6 y 7 de la mañana de ayer.
Fueron a ver un rancho
A las 4 de la tarde del sábado la pareja salió de su residencia ubicada en el sector 3 del barrio La Peña, hacia Renacer Crepuscular a ver un rancho en la zona que querían adquirir. Delgado Martín, quien era su amigo de la infancia, salió de su casa sin que su esposa se diera cuenta a pesar de que le había comentado que no tenía ganas de ir para ningún lado; pero aparentemente sus amigos lo convidaron y decidió acompañarlos.
En la zona, desde hace un año, fueron reubicados habitantes de La Peña, por lo cual los tres tienen conocidos en dichas viviendas. Cuentan algunos testigos que un hombre, quien estaría ayudando a Camacaro García con la negociación de la vivienda, estaba haciendo una fiesta y los invitó a quedarse.
A las 2:30 de la madrugada de ayer, dicen los mismos testigos que aparecieron dos sujetos que se introdujeron a una de las viviendas y buscaron de forma directa atacar a la pareja y su amigo.
Los arrastraron
Aparentemente ellos intentaron escapar, pero los balearon en las afueras de una de las viviendas de la zona. Allí se apreciaron dos charcos de sangre que fue donde se desplomaron y un teléfono fijo lleno de sangre tirado en un charco de agua.
Se conoció que una vez sonaron las detonaciones, los cuerpos de la pareja fueron arrastrados unos 60 metros desde el lugar donde le dieron muerte.
El cuerpo de Pacheco Soto quedó en una lomita boca arriba, sobre su rostro estaba un suéter, presentó múltiples disparos entre el pecho y cuello, también en las piernas tenía disparos se cree que provenientes de una pistola, así mismo le apreciaron impactos de perdigones. Sobre el cuerpo de la dama, pero boca arriba, estaba tendido el de su pareja, Camacaro García. El hombre tenía un tiro de escopeta en su cabeza que le ocasionó exposición de masa encefálica; en la espalda presentó varios impactos, estaba en bermudas, sin zapatos y su camisa levantada hasta los hombros.
A un poco más de cien metros de donde fueron dejados los cuerpos de la pareja, estaba Delgado Martín, a quien presuntamente arrastraron con una sabana, la cual fue colectada a 30 metros de donde dejaron su cuerpo que quedó tirado en medio de una quebrada que divide la comunidad con el barrio Bolívar. Su cadáver estaba tendido boca arriba, la chemise que cargaba subida hasta los hombros, se le apreció un disparo en el lado derecho de la región frontal y tres entre el pecho y el abdomen. Se conoció que para cometer el hecho se usó una escopeta y un arma de fuego tipo pistola.
El supuesto amigo de la casa donde se celebraba la fiesta desapareció y los residentes de la zona vieron cómo los dos sujetos, quienes iban armados con escopeta y pistola, se marchaban con las armas en la mano caminando por el lugar.
Fue ayer, apenas amanecer, cuando los habitantes del lugar comenzaron a salir y se dieron cuenta de la existencia de los tres cadáveres, a quienes además de asesinarlos los despojaron de sus pertenencias. Todos tenían sus bolsillos hacia afuera, lo cual indica que los delincuentes buscaban algún objeto de valor o dinero. A Delgado Martín le robaron unos 500 bolívares.
Era buscado
Camacaro García era conocido como «El Chegue» y «El Burro». Algunas personas manifestaron que era azote del barrio La Peña y que en su haber llevaba varios homicidios y por ello era buscado por varias personas; presuntamente siempre andaba armado. Era el cuarto de ocho hermanos y con su muerte quedan tres hijos huérfanos, dos varones de 6 y 4 años y una hembra de dos años.
En el Tribunal Supremo de Justicia aparece que “El Chegue” fue detenido en el 2011 por robo de vehículo y el 21 de octubre de ese mismo año fue dejado en libertad con un beneficio de presentación de cada 15 días.
Su pareja, Pacheco Soto, también presentaba antecedentes. Ella fue detenida el 9 de marzo del 2011 por tenencia de droga y por este delito fue enviada a Uribana a los seis días, donde estuvo recluida hasta finales del año pasado.
La madre de la joven lloraba en las afueras de la morgue; es la cuarta vez que pasa por este dolor. La señora ha tenido ocho hijos: dos fueron asesinados hace 5 y 4 años y un tercero el viernes 6 de abril del presente año. Se trataba de Yohanny Eduardo Pacheco Soto (21) quien fue asesinado en una licorería de múltiples puñaladas, aparentemente en medio de una riña, pero fue despojado de sus pertenencias.
La joven era la segunda de los ocho hermanos y la única hembra, no llegó a tener hijos y tenía año y medio con su pareja. La madre ahogada en llanto lamentó no haberse comunicado con su muchacha, pues hacía cinco días que lo había hecho por mensaje de texto. Con la muerte de esta dama son 39 las mujeres que han sido asesinadas en Lara.
Pagó por su compañía
Delgado Martín era el sexto de siete hermanos. Desde hace más de 10 años trabajaba con su hermano en un puesto de verdura y hortalizas que tenían en Barrio Unión. Todos lo llamaban de cariño “El Catire” y era padre de un varón de 9 años. Se caracterizaba por ser un muchacho amable y trabajador.
“El Catire”, desde pequeño, tuvo una amistad con “El Chegue”. Era como su hermano, hasta el punto que si alguien hablaba mal de él lo defendía. Por más que Lenny Verde, su esposa, le aconsejaba que no estuviera con él porque sabía que “El Chegue” tenía enemigos, Delgado Martín, nunca le hizo caso porque expresaba que nada le pasaría porque él no estaba haciendo nada malo.
Esos consejos dados por su esposa y por el resto de la familia no fueron escuchados por “El Catire” quien fue asesinado por andar con la compañía que tanto le reprochaban.
Cicpc pesquisa
Para el lugar de los hechos se trasladó una comisión del Eje Contra Homicidios del Cicpc, quienes comenzaron las respectivas averiguaciones del caso. Por la forma como ocurrieron los hechos, manejan el caso como una venganza, sin embargo comenzaron a entrevistar a cada uno de los familiares de las víctimas para ir buscando posibles sospechosos y así mismo están ubicando al supuesto amigo en donde se realizó la fiesta, porque es una pieza clave.
Las evidencias colectadas en el lugar como la sábana utilizada para arrastrar los cuerpos y algunas conchas serán sometidas a análisis.
Fotos: Ricardo Marapacuto