Muchos gobernantes de Suramérica violan sistemáticamente los derechos humanos y relativizan el principio de no intervenir en los asuntos de otros Estados, «como hicieron con Paraguay», denunció en Asunción el excanciller y actual senador uruguayo, Sergio Abreu Bonilla, quien aseguró que el Mercosur «está muerto».
«Yo le llamo corporativismo presidencial, un club que dice que su legitimidad proviene de la elección popular, pero que el resto de los instrumentos que son parte de la sociedad democrática, como la separación de poderes, la libertad de prensa, la justicia, son todos ‘elementos burgueses’ con los que hay que vivir a desgano», expresó Abreu en una entrevista publicada este domingo por el diario ABC bajo el título: «Abreu desnuda la hipocresía de los gobernantes de Suramérica».
«Hay algo más grave para mí. Muchos de los gobernantes de hoy (del Mercosur y de la Unasur) son todos violadores sistemáticos de los derechos humanos», afirmó Abreu, precandidato a la presidencia de su país por el Partido Nacional (Blanco).
El político uruguayo, ex anciller del gobierno de Luis Lacalle Herrera, había sido recibido el viernes en audiencia por el presidente Federico Franco a quien llevó su solidaridad por la exclusión de Paraguay del Mercosur y de la Unasur, como represalia por la destitución del expresidente Fernando Lugo en junio pasado.
Lugo fue destituido «por mal desempeño de sus funciones» vía juicio político por el Congreso, hecho que fue calificado de «golpe parlamentario» por el Mercosur y la Unasur, que suspendieron a Paraguay de ambos bloques.
«Ellos tienen una visión hemipléjica de los derechos humanos (incapaces de ver más allá de su ideología). Para ellos la no intervención en los asuntos de otros Estados ya es un asunto relativo», ironizó, refiriédose a los gobiernos de José Mujica, Cristina Kirchner, Dilma Rousseff y Hugo Chávez, entre otros.
Abreu dijo que con su actitud, ellos «han fracturado la integración». El «Mercosur murió», subrayó y la «Unasur va a diluirse antes de dejar los pañales», vaticinó.
