Al exgobernador Luis Reyes Reyes, por disposición directa del presidente Hugo Chávez, se le ha encomendado la tarea más importante que actualmente el chavismo se ha fijado en Lara: arrebatar la Gobernación de las manos de Henri Falcón, quien es visto como un traidor al proceso revolucionario y al socialismo.
De lograr su cometido, el teniente coronel (r) de la Fuerza Aérea Venezolana logrará instalarse por tercera vez al frente del Gobierno regional, la cual dejara hace cuatro años luego de la victoria de Henri Falcón, quien en esos días debía continuar la hegemonía del chavismo en el estado Lara, lograda desde el año 2000, pero la historia es otra.
También conocido como “El comandante Reyes”, Luis Ramón Reyes Reyes, es considerado como uno de los hombres más cercanos a “su compadre”, el Presidente de la República, cuya causa apoyó en la fallida intentona golpista del 27 de noviembre 1992. En su paso por el Gobierno nacional, ha detentado el manejo de los ministerios de Infraestructura, Secretaría de la Presidencia y Salud.
En lo que puede considerarse como “su regreso al estado Lara”, Reyes estuvo al mando de la Corporación Jacinto Lara (antes Fudeco, ahora Corpolara), organización a través de la cual gestionó la entrega de recursos de forma directa a las comunidades, la cual no escapa a los señalamientos de la oposición de ser una “gobernación paralela, diseñada con el fin de perjudicar la gestión del actual candidato de la unidad democrática”.
Para tomar este cargo, Reyes tuvo que dejar su curul en la Asamblea Nacional, a la cual llegó gracias a su triunfo en las elecciones parlamentarias de 2010, donde fue lanzado como candidato por el voto lista del chavismo. Ahora su puesto como parlamentario titular es ocupado por Pedro Carreño.
El candidato oficialista espera, de obtener el triunfo, devolver el humanismo a la gestión del Gobierno regional. Uno de los puntos fuertes de su programa de , presentado el día de su postulación, es la consolidación del concepto de desarrollo endógeno en el modelo socio productivo que espera implementar en Lara en los próximos años.
En materia de seguridad, ofrece el equipamiento individual de la Policía de Lara, así como de los cuerpos de seguridad acantonados en el estado. Además de la ampliación del servicio de emergencias 171 a un sistema de cámaras de video vigilancia en los espacios más concurridos de la geografía larense. Todo ello en el marco del despliegue de la Misión A Toda Vida en Lara.
Para la salud, el aspirante ofrece trabajar por el fortalecimiento del Servicio de Atención Oncológica del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, a los fines de lograr mayor cobertura en la atención a pacientes con cáncer. También espera proporcionar espacios físicos destinados a la promoción de la salud, a través de la actividad física en las comunidades, escuelas, liceos e instituciones de salud.
Otro de los objetivos en impulsar la Ley de la Alimentación Escolar, para garantizar una alimentación adecuada de niños, niñas y adolescentes, junto con el regreso del Programa de Boticas Populares y Farmapatrias, con el cual se asegure la disponibilidad inmediata y a bajo costo de medicamentos.
El reto es grande para el exoficial militar, ya que por vez primera se enfrenta a quien fuera un aliado político, con quien medirá fuerzas y demostrará quién tiene mayor relevancia política en Lara.
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