Que pensemos mas por Venezuela que por nuestros intereses personales. Estamos tristes, es cierto, pero conscientes de que no hemos perdido las esperanzas.
Estamos vivos y dispuestos hacer mejor las cosas, a no ser tan confiados, a reflexionar, a entregar el desánimo y la tristeza, pero nunca nuestros ideales.
Con valor, coraje , entereza y mucha fe armemonos con amor por Venezuela para ganar las elecciones de las gobernaciones y concejales. No nos sintamos derrotados.
En apenas 4 meses nuestro candidato ganó muchos espacios, pero no tuvo tiempo para quitarse de encima ese ventajismo imposible de vencer.
Ahora pensemos en nuestra patria amada, nuetros hijos y nietos,p ero con dignidad con mas entusiasmo sin autoengaño. Pensemos que tenemos que frenar tanta hambre y miseria habida en nuestro pais, tantas regalías.
Ya basta del traumatismo post electoral. Levantémonos con la seguridad de que vamos a ganar.