Sólo el hecho de competir contra quienes hace cuatro años fueron sus aliados en la indiscutible victoria electoral que lo llevó a la Gobernación de Lara, considerada como la más grande de ese momento en todo el país con el 74% del electorado larense a su favor, hace que las próximas elecciones regionales sean para Henri Falcón Fuentes la prueba más grande de su liderazgo en la región.
Sin embargo, es pertinente destacar que la situación del actual mandatario regional dista mucho de aquellos días en que contar con el apoyo del partido de Gobierno, así como del presidente Hugo Chávez. Combinación que se convertía en la fórmula perfecta para lograr que un suboficial del Ejército venezolano y abogado, nacido en 1961 en Nirgua, estado Yaracuy, pudiera convertirse en un gobernante clave en el ámbito regional.
En sus dos períodos en el Gobierno municipal de la capital larense (entre los años 2000 y 2008), el estilo de liderazgo de Falcón fue alabado por no caer en las pasiones políticas e ideológicas que caracterizan a los gobernantes del chavismo, corriente política en la cual comenzó su carrera política en los tiempos en que esta se identificaba como el Movimiento Quinta República (MVR), pero con la cual se identificaba políticamente.
Pero, en febrero de 2009, ese equilibrio que caracterizaba a la gestión se quebró con la renuncia de Falcón al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), debido a las diferencias con dirigentes de esta tolda en el estado Lara, con quienes no pudo establecer una relación de trabajo, según lo expresó en su carta pública dirigida al presidente Hugo Chávez: “Actualmente esta organización está muy lejos de cumplir los fines para los cuales fue creada. Ha sido minada por la burocracia la ausencia de discusión, el clientelismo, el grupalismo y un mal entendido concepto de la lealtad”, dicta un extracto de la misiva.
Ahora, cuando nuevamente Falcón se convierte en el protagonista de un nuevo round electoral, donde asume un papel como representante de los factores de la Mesa de la Unidad Democrática, el candidato invicto electoralmente (al menos cuando es su nombre el que está en juego) debe sentir la necesidad de impulsar el trabajo de sus seguidores más fervientes y los factores políticos que le apoyan, de manera que pueda hacerse con los votos necesarios para consolidar una nueva victoria.
“Asumimos el reto, para decirle a Venezuela desde Lara que no cederemos un solo espacio conquistado por nosotros, y que estamos dispuesto a conquistar otros espacios locales que deben estar en manos de verdaderos dirigentes solidarios, para poder generar calidad de vida a nuestro pueblo”, dijo durante la presentación de la dirigencia del Comando de la Unidad y el Progreso; en un llamado ante el trabajo que debe desplegar para asegurar su permanencia en la Gobernación por un segundo período.
El corcel de Henri Falcón para las elecciones regionales, se torna de un color completamente diferente al que cabalgó en su viaje al triunfo hace más de tres años, con un brío mucho más diferente.
El proceso electoral de este fin de año será una importante prueba para que el mandatario demuestre si puede mantenerse más allá del fenómeno que en un momento pudo capitalizar a los dos bandos que hoy definen la política, ahora que decidió apostar por un solo lado.
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