Involucrado menor en robo millonario al Bicentenario

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Con las dos manos esposadas a la reja de un calabozo estaba el adolescente que ayer fue capturado por funcionarios del Dibise, luego de participar en un atraco millonario a la oficina del Banco Bicentenario, en el Centro Comercial Terepaima en Cabudare.

Se trata de un joven de facciones finas, piel blanca, cabellos lisos, ojos negros. Vestía jeans, una franelilla púrpura y zapatos deportivos. Su rostro a lo lejos deja ver algunos indicios de ingenuidad propios de su edad, y es que a simple vista se puede notar que se trata de un niño que apenas está empezando a vivir.

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La vida para el muchacho no ha sido fácil. Ayer esposado con las dos muñecas a las rejas de un calabozo, habló de su situación personal. Dejó ver que no cayó en ese error por obra de la casualidad, pues agregó que no lo hacía por placer, simplemente embarazó a la primera novia que tuvo. “Lo hice porque mi mujer está embarazada vale y necesito dinero”, comentó mientras estaba amarrado a la reja.

Trataba de no mostrar miedo, pero la expresión de susto en la cara y el nudo en la garganta al hablar, lo delataban; era preso del pánico. Confesó que dos hombres llegaron a su casa preguntando por la prima; él le dijo que no estaba que para qué la buscaba. “Ellos me dijeron que iban a robar unos chinos; me preguntaron si quería ir. Yo necesito dinero para mi mujer y el hijo que viene en camino. Acepté porque me dijeron que era para asaltar a unos chinos, si hubiese sabido que era para robar un banco no voy”.

A la una de la tarde un efectivo militar le pasó por una de las ventanillas del calabozo un plato de comida, pero no se pudo ver qué alimentos eran. Luego de terminar de comer, llegó al módulo de la Guardia Nacional la madre del joven.

Caminó directo hacia uno de los castrenses y le preguntó que si allí tenían a su niño, “un niño de quince años”. Uno de los militares le respondió con cara de pena que sí, que ese era el adolescente que habían capturado. La mujer rompió a llorar desconsoladamente y miraba al cielo como pidiéndole una explicación al Supremo y luego bajaba al suelo su mirada perdida. Se llevaba las manos a la cabeza, en señal de lamento.

Al ver aquella imagen de madre desesperada, los funcionarios de la GNB y del Cicpc dejaron ver en sus rostros una expresión de compasión, como apiadándose de la tristeza que le causaba el error del hijo a aquella mujer. Uno de los hombres de la policía científica la tomó por un brazo sutilmente y en un tono muy bajo, comenzó a interrogarla. La madre se calmó un poco, mientras su hijo seguía dentro de la celda haciéndose el guapo.

Se robaron 15 millones de banco en Cabudare
Los tres hombres, el menor y los otros dos llegaron al Centro Comercial Terepaima en un vehículo Chevrolet Spark gris, placas KAX-2NN, con marcas de taxi. Se estacionaron, los dos mayores bajaron y caminaron hasta la oficina del banco, entraron y sometieron a la gente. Se dirigieron hasta la caja 2 y 3, y apuntándolos a la cabeza les exigieron que estregaran el dinero que tuvieran; luego huyeron del lugar y dejaron el carro Chevrolet Spark en el estacionamiento. Al parecer lo habían robado para cometer el robo. Los delincuentes en su afán por escapar dejaron al adolescente.

Fotos: Ricardo Marapacuto

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