Durante tres meses el personal del núcleo centroccidental de la Universidad Central de Venezuela (UCV) resistió las fallas que registraba la red de distribución de aguas blancas. Sin embargo, el 4 de octubre colapsó el pulmón del sistema y con ello se hizo imposible obtener el vital líquido para satisfacer las necesidades de la infraestructura.
Claudia Rodríguez, coordinadora de la Escuela de Arquitectura de la Unidad Extramuros de Barquisimeto, contó que el problema de suministro y distribución del agua es producto de los años de servicio que tiene el edificio y las tuberías, que ya cumplieron su vida útil.
“El tanque o pulmón de almacenamiento del hidroneumático está completamente deteriorado, oxidado y presenta fugas en distintas partes… en el núcleo se han arreglado partes del sistema de bombeo de forma progresiva, pero una vez que se repararon las bombas y el sistema eléctrico colapsó la tubería, por la presión del agua”.
A ello se suman los trabajos de destape de aguas negras y arreglos de fluxómetros, “pero el costo del trabajo que urge actualmente y que implica la sustitución de la red de distribución de aguas blancas, más el pulmón del sistema hidroneumático, supera la capacidad financiera de las escuelas que funcionan en esta sede”.
Hasta principios de octubre hicieron lo posible por mantener las clases, “colocando pañitos de agua caliente”, debido a que el semestre en curso es el más corto de la universidad y para evitar perjudicar a los estudiantes.
“Pero como ni siquiera tenemos la forma de llenar un tobo de agua en los baños para limpiarlos, la coordinación de Arquitectura solicitó por razones sanitarias, a la Dirección de Escuela y al Consejo de Facultad, la suspensión de las actividades académicas, hasta tanto se resuelva el problema del agua”.
Ante la situación es difícil determinar cuándo se solventará el problema y cuándo reiniciarán las clases. “El martes, a solicitud del decano de arquitectura y de la rectora Cecilia García Arocha, llegó al núcleo la jefa nacional de Mantenimiento de la UCV, a fin de constatar el problema del núcleo. Además, en el consejo universitario del miércoles se trató el tema y se acordó asumir el problema como una emergencia, a fin de gestionar los recursos lo más pronto posible”.
Para habilitar la distribución de aguas blancas en la sede local se requieren entre 80 y 120 mil bolívares; sin contar la sustitución de los fluxómetros que resultaron dañados por la presión del agua.
“Se requieren unos 120.000 bolívares para darle una solución real al problema, no queremos más pañitos de agua caliente, por eso pedimos a las autoridades de la UCV la solución definitiva”.
Las actividades académicas están suspendidas únicamente en la Escuela de Arquitectura y las administrativas se desarrollan hasta mediodía, y se conoció que esta semana se definirá la situación de la escuela de Educación, cuyos estudiantes ven clases a distancia y de presencial cada 15 días, los viernes y sábados.
Vale aclarar que la emergencia obedece al problema de la distribución del agua, pues en el caso de la infraestructura el inconveniente es el mismo que presentan las universidades experimentales y autónomas del país, debido a la falta de recursos para mantenimiento.
Semestre en riesgo
La UCV maneja en el ámbito nacional un calendario único, por lo tanto el riesgo que corren los estudiantes de la región de perder el semestre es alto si no llegan los recursos para solventar el problema del agua. La posibilidad de alargarlo no existe, porque no pueden desvincularse del calendario.
Fotos: Elías Rodríguez