Dictamen
El atípico cronograma electoral aprobado por el CNE está concebido para que el ganador del 7 de octubre aproveche la inercia generada por su victoria para arrasar en diciembre. Por primera vez los venezolanos votaremos en la segunda quincena decembrina para elegir gobernadores a tan solo dos meses de una contienda presidencial. Es obvio que el gobierno está contando con la abstención en las filas opositoras para teñir de rojo el mapa político venezolano. Ese es su plan, pero ¿Cuál es el nuestro?
“Guerra avisada no mata a soldado”, dicen para describir situaciones como estas donde el escenario de lucha es predecible. Más allá del dolor de la derrota y de la frustración que con todo derecho sentimos el 45% de la población por no haber podido cambiar una realidad que consideramos dramática, estamos obligados a asumir las elecciones regionales como una revancha que resulta más bien oportuna para mitigar ese dolor. Tengamos en cuenta que los efectos de lo sucedido el pasado 7 de octubre, podrán disminuirse o acentuarse según lo que suceda el 16 de diciembre. Si creemos que la reelección de Chávez es un drama, pongámonos a pensar lo que pasará si perdemos las gobernaciones obtenidas con tanto esfuerzo. Pensemos por un momento en las consecuencias del retorno de Luis Reyes Reyes a la gobernación de Lara.
Queda claro entonces que Chávez quiere que te abstengas y le dejes el camino libre para secuestrar definitivamente el país excluyendo a toda una mitad. Menos mal que sigue estando en nuestras manos la posibilidad de evitarlo. Seguir en la lucha no es un eslogan barato, es una necesidad histórica. El 45% obtenido es mucho más valioso de lo que algunos creen y es la mejor garantía para defender nuestros derechos individuales amenazados permanentemente por el régimen. Traducir esos seis millones y medio de votos en varias gobernaciones estratégicas no solo es posible sino muy probable en la medida que nos mantengamos de pie y participemos de este proceso regional que se muestra más bien como una oportunidad de sacudirnos la derrota. La mejor manera que tiene Capriles de levantarse es ganándole nada menos que a Jaua en Miranda. Igual nosotros aquí en Lara, ganarle a Reyes para luego ir por las alcaldías, es la mejor manera de mantener viva la esperaza y la lucha por un mejor futuro.
Es un hecho estadístico que el techo de votación del oficialismo es en presidenciales con Hugo Chávez. De resto la votación siempre es menor y tiene una merma importante en la medida que los candidatos sean esos “bates quebrados” de siempre. Por lo tanto todos esos estados donde el 7 de octubre equiparamos la votación, son ganables objetivamente este 16 de diciembre. Que no se nos olvide que ahora el favorito no es Chávez sino Henri Falcón, quien ha construido un liderazgo regional que desde siempre ha opacado al gris ex gobernador. El triunfo de Henri está en nuestras manos, no dejemos que la depresión o desmotivación, por más natural que sea, le deje el camino libre a un peón de Chávez por demás incompetente e inescrupuloso. La lucha continua.
Descubrir el “agua tibia” a estas alturas es simplemente estéril. Que Chávez haya usado indiscriminadamente su maquinaria financiada por el Estado para movilizar votos bajo el clásico formato 1×10, era totalmente predecible. De hecho el mismo Chávez lo anunció públicamente realizando incluso una especie de ensayo general en lo que fue ese polémico simulacro. Nosotros asumimos el reto de enfrentarnos a ese ventajismo, confiando en la conciencia de la gente y en el voto oculto de sus propios movilizados. No lo logramos, aunque avanzamos bastante. Pero esa realidad mal puede ahora usarse de excusa, si acaso sirve de explicación y más bien de incentivo para valorar aún más el 45% alcanzado. Esta vez no será Chávez el candidato, y así como antes logramos obtener varias gobernaciones luego de una votación aún mayor de Chávez, esta vez con un 45% consolidado podemos seguir avanzando, ratificando los espacios obtenidos y hasta conquistando nuevas gobernaciones como pudieran ser Bolívar, Anzoátegui y Mérida. Nada mejor para sacudirnos la derrota que esta revancha que se nos presenta en las regionales. Una cosa es perder las elecciones presidenciales y otra cosa es perder el país. Este 16 de diciembre sigamos avanzando y ratifiquemos a Henri Falcón como gobernador del estado Lara, para luego sacudirnos las nefastas gestiones municipales. Ahora es cuando.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
Twitter: @chatoguedez
