Intransitable se encuentra el sector Santa Inés, al suroeste de Barquisimeto, debido a la cantidad de huecos en las calles que cruzan a este populoso conglomerado.
Los cráteres son del tamaño del ancho de las vías, en los cuales cabe un carro perfectamente, incluyendo a las busetas del transporte público de pasajeros que tienen sus rutas establecidas por el lugar.
Un punto de referencia para que la Alcaldía de Iribarren consiga al sector Santa Inés es la carrera 16 entre calles 56 y 57.
Precisamente, en esta dirección se registra el mayor deterioro de la vialidad, sin que el resto de las calles no estén destrozadas, aunque son de poco comentario entre conductores por estar al margen de las principales, pero de igual manera requieren reparación lo antes posible.
Los habitantes de esta comunidad, además de rogarle a Santa Inés que los ayude en dirigir su atención bondadosa a las autoridades por la multiplicidad de problemas que los aquejan, le piden a Amalia Sáez que planifique con la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) un plan de asfaltado que termine de una vez por todas con los huecos de esa barriada.
Antonio Alvarado, en nombre de la zona en referencia, dijo que otro dolor de cabeza se suma a los cráteres.
Explicó que el polvillo acumulado en los huecos levantado por los neumáticos de los carros es forzosamente inhalado por las personas, principalmente niños, así como hombres y mujeres de la tercera edad, lo cual ha generado en ellos gripe y serios problemas en el aparato respiratorio.
Adujo que la tierra entra por las puertas y ventanas de las casas sin que las familias puedan evitarlo.
Lamentó que muchos vecinos se han visto en la imperiosa necesidad de acudir a centros de salud para tratarse las alergias y la gripe producida por el polvo, para lo cual tienen que desembolsar altas sumas de dinero por concepto de consultas y gastos de medicamentos.
Insalubridad
Alvarado señaló que hasta 15 días tarda el servicio de aseo urbano en pasar por la comunidad, y se quedan rumas de basura en bolsas y cajas sobre las aceras, frente a las casas, las cuales son destrozadas por perros y gatos.
Los desperdicios regados son pasto inmediato de moscas, ratones y cucarachas que convierten a Santa Inés en un sector insalubre.
“Mira, hay que estar pendiente para pegarle un grito al camión, correr hasta la carrera 16 con las bolsas y cajas en la mano, ya que difícilmente pasa por las calles laterales”, denunció.
Consideró esta situación sumamente grave por tratarse de la salud ambiental, la cual debe ser atendida diligentemente para evitar enfermedades en las personas.
Fotos: Richard Alexander Lameda