El Honim es una asociación civil sin fines de lucro dedicada a brindar un hogar y asistencia integral a niños, niñas y adolescentes con diferentes discapacidades tanto físicas como cognitivas. Comenzó sus actividades en 1982 por iniciativa del padre Ángel Riba y la ayuda de voluntarios inspirados por Cáritas Diocesana. Desde entonces no ha dejado de trabajar por los niños mas necesitados.
Desde hace 29 años, el I.E.E.B. Honim, Hogar de Niños Impedidos, perteneciente al Subsistema de Educación Especial, tiene como finalidad brindar una atención educativa integral, a la totalidad de niños, niñas, y jóvenes que residen en esta institución perteneciente al grupo Don Orione, con el propósito de que estos puedan desarrollar habilidades y destrezas que les faciliten su desempeño en la vida y la comunidad, así como también el atenderlos en el área de la salud con una Acción Médica Integral, con igualdad de condiciones y oportunidades. Una labor que desarrollan alrededor de 50 madres cuidadoras, quienes trabajan a diario con los niños.
Es una organización que trabaja con una fuerza humana sin fines de lucro, que tiene como único propósito entregar su vida a estos jóvenes. El padre Laudence Betancourt, director encargado del Honim destacó que actualmente, el hogar atiende a 76 niños en modo directo y permanente dentro de la sede, sin embargo mantienen dos centros de cuidados diarios: uno en San Jacinto y otro en José Félix Rivas a los cuales acuden 36 infantes. En total 110 muchachos se ven beneficiados con la labor del Honim, la mayoría en estado de abandono y de condiciones bastante pobres.
“Son niños que son atendidos por nosotros los 365 días del año, con la atención de las madres cuidadoras que les brindan todo el amor que necesitan”.
Día a día
Los días en el Honim transcurren de forma tranquila. La rutina del hogar inicia a las 5:30 de la mañana cuando las madres cuidadoras comienzan las labores de preparación de los niños para ir a las aulas de clases, mientras los que tienen mayor dificultad motora y discapacidad son llevados a las áreas de esparcimiento y realizan actividades en las diferentes instalaciones de la institución.
En las áreas de cocina, otro grupo de madres cuidadoras comienza la preparación de los alimentos especiales para el desayuno, almuerzo, cena y las diferentes meriendas.
En horas de la tarde, algunos ven televisión, los programas más vistos son los deportivos que emocionan a los niños.
Los fines de semana, en ocasiones, grupos de voluntarios y familias visitan el centro, para compartir con los niños, llevar algunos donativos y pasar el día junto a estos ángeles terrenales.
Las madres cuidadoras son la base fundamental del funcionamiento de este centro. Ellas se encargan de brindarles una atención integral, darles sus medicamentos, bañarlos, darles de comer, igual que una madre con sus hijos. El fin de los hogares son los muchachos pero los pilares son las madres cuidadoras que aunque reciben sólo salario mínimo y unos pocos beneficios, ejercen una labor titánica.
Desde muy temprano, estas mujeres dejan sus hogares para ir a una segunda casa en el Honim, donde atienden como sus propios hijos a los niños que allí se encuentran recluidos, brindándoles la atención que necesitan para su condición. Ellas son parte fundamental en la obra Don Orione, sin ellas estas casas no existirían.
Recursos insuficientes
Desde el año 2009, la obra Don Orione del Hogar de Niños Impedidos dejó de recibir los recursos de ayuda que otorgaba el Ejecutivo nacional bajo la figura de la Misión Negra Hipólita. Contribución que constituía el 40% del presupuesto de este centro de atención.
Mensualmente, los gastos de la casa hogar alcanzan los 400 mil bolívares fuertes, de los cuales 150 mil son para cubrir el pago del personal que trabaja día y noche en esta institución atendiendo a los niños.
“Estamos subsistiendo, los recursos que nos otorgaba el Gobierno central fueron suspendidos y nos dejaron sin esa gran ayuda. Hemos tocado puertas a todos los entes gubernamentales y empresa privada para lograr obtener los recursos necesarios para que esta labor continúe”.
Este año, la Gobernación de Lara, la Alcaldía de Iribarren y Corpolara, otorgaron recursos a la obra Don Orione, en total 980 mil bolívares para todo el año repartido entre el Honim y el Pequeño Cottolengo, una cifra que lamentablemente solo cubre un mes de labores.
“Es insuficiente, es una limosna que no alcanza para nada. Por ello estamos realizando diferentes actividades, fundaciones privadas y empresas para lograr terminar el semestre sin deudas y cumpliendo con todas las obligaciones con nuestros trabajadores. Nosotros nos confiamos de Dios, pero hacemos un llamado al Gobierno para que tomen en cuenta las grandes necesidades de nuestros muchachos”.
Se recordó que en la actualidad está en vigencia la Ley de Personas con Discapacidad, en la que se establecen los derechos para estos venezolanos.
“Nosotros no exigimos limosnas, solo los recursos que ellos por derecho necesitan y que no pueden exigir. Nosotros somos sus voces y esperamos ser escuchados”.
Fotos: Simón Alberto Orellana