#opinión: Escritores de la América andina. por: Juandemaro Querales

Como todos los años y durante el mes de septiembre se reúne el Encuentro Internacional de Escritores; durante los días 20-21-22 y 23 convocados por Raúl Ospina Ospina. Los literatos y poetas de esta parte de América Latina se reunieron bajo la protección de Nuestra Señora del Rosario, advocación Mariana de la Chiquinquirá, epónima de esta bella ciudad del Departamento de Boyacá.
El encuentro de este año homenajeó a Patricia Lara, periodista y escritora de sólida obra en las letras de hispanoamericanas. De esta ilustre mujer podemos citar sus reportajes convertidos en libros, transformados en referencias para entender los diversos conflictos por los que atraviesa Colombia: Cárcel de mujeres, Amor Enemigo; ha emprendido grandes proyectos editoriales como el Semanario Nueva Frontera acompañada por el expresidente Carlos Lleras Restrepo, la revista Cambio con el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.
En la cita de Chiquinquirà comparecieron respetables escritores como: Pedro Gustavo Huertas, César Ramírez Fonseca, Francisco Helí Ramírez Fonseca, Gilberto Ávila Monguì, Carmenza Muñoz, Gilberto Abril Rojas, José Luis Díaz Granados. Durante tres días hubo recitales de poesía y lectura de cuentos. También el análisis literario ocupó todo un día: el aparato crítico alrededor de la novela Lavalancha de Cesar Ramírez Fonseca desarrollado por quien escribe estas líneas. La Segunda sangre, de Gilberto Abril Rojas materia para un amplio análisis a cargo del filosofo Álvaro León Perico; suscitándose discusiones interminables, cuestión que ilustra el desarrollo que ha alcanzado la crítica literaria en Colombia, es ejemplarizante el papel multidisciplinario entre historiadores y escritores en especial a la llamada novela histórica.
Memorable fue la visita guiada a Chivatá siguiendo la ruta de las Hinojosa, llevado a cabo por Pedro Gustavo Huertas y Gilberto Ávila Monguí, en compañía de Álvaro León Perico y mi persona. La encomienda más grande de Tunja de Don Pedro Bravo de Rivera, rica posesión donde el poderoso encomendero se entregaba al disfrute dionisiaco del amor prohibido de Doña Inés y su sobrina Juanita durante el siglo XVI. Allí se encuentra todavía la señorial vivienda en pie, en la otra esquina del pequeño villorio, se encuentra el Museo de las Hinojosa, en el centro de la plaza principal emplazado entre arboles y el frio que viene de la cordillera, el monumento a las Hinojosa cuyas dos mujeres rodean la cintura del rico gamonal, en vísperas de ser colgadas del árbol de la fachada de la casa de doña Inés, como producto de la voluntad omnipotente del poderoso tribunal de la inquisición durante la presidencia de la Real Audiencia de Don Andrés Díaz Venero De Leyva del Nuevo Reino de Granada.
De la antigua encomienda de Chivata solo quedan parcelas con cultivos diversos en plena producción, frutos como papas, zanahoria y centeno, el trigo quedó para evocación de historiadores. Ahora la tierra está dividida en fundos y una parte considerable la posee en propiedad los Ávila Monguì , tuvimos la oportunidad de visitar dos extensas parcelas, señaladas por el dedo de Don Gilberto Ávila, Hesíodo de estas laderas suaves de clima polar, en estas sementeras se desarrollan gran parte de sus relatos que componen ese bello libro inclasificable La Jasa y la Parva, Academia Boyacense de Historia. Tunja.2004.
Valió la pena hacer el exigente periplo que comprenden la casi totalidad de dos Estados grancolombianos; para ver y oír discurrir en una congregación de encantadores de lenguajes, sobre literatura, los recitales de poesía, de labios de sus autores, para reírse permanentemente de las salidas cargadas de ingenio de ese moderador genial que es Don Raúl Ospina Ospina, alma y motor de ese Encuentro Internacional de Escritores, que ya va para 32 años ininterrumpidos.
Cargado de libros y vivencias nos despedimos con gran nostalgia, haciendo votos para estar bien de salud, para poder volver el año próximo, a la tierra santa de Chiquinquirà, altar mayor de Colombia, para oír recitar a Arturo Arcángel, José Antonio Vergel, a Joaquín Vargas, a Pedro Manuel Riucán, a Guillermo Quijano Rueda, y a ese ilustre poeta español Manuel Boix Palacián; reunidos en el Auditorium del Alma Mater dedicada a la memoria de uno de los doctores de la Iglesia Santo Tomás de Aquino.