El regreso de Juan Carlos Loyo al Ministerio de Agricultura y Tierras ha generado gran expectativa entre los representantes del sector.
Tras un desempeño marcado por las expropiaciones, y una salida intempestiva de su cargo, Loyo regresa como máxima autoridad del ministerio para profundizar el proyecto revolucionario del presidente Hugo Chávez.
La informalidad del nombramiento (vía Twitter) es lo que menos le interesa al sector productivo. La gran incógnita es si su desempeño será el mismo que hace par de años.
Vale recordar que en diciembre de 2010, Juan Carlos Loyo, en persona, ordenó y ejecutó la expropiación de más de 40 predios en el Sur de Lago y otras cinco fincas productivas en Mérida, junto a decenas de funcionarios de la Guardia Nacional y sin respetar el procedimiento de ley que exige la Constitución de la República.
Esta acción no sólo causó nerviosismo e incertidumbre en el campo, sino también un profundo rechazo en todos los gremios que día tras día incentivan el aparato productivo nacional.
En nuestra entidad ha estado latente la amenaza de toma de tierras, especialmente en el Valle de Quíbor, eje principal de la producción de hortalizas para todo el país.
Sin embargo, los muchos rumores no han logrado doblegar los niveles de productividad que registra el municipio Jiménez.
Al respecto, el presidente de Fundacebolla, Juan Carlos Gómez, señaló que sin importar quién dirija el ministerio de Agricultura y Tierras, los productores de Quíbor seguirán garantizando la soberanía agroalimentaria. “Nosotros estamos produciendo con todas las vicisitudes y los problemas climáticos. Los ministros pasan, y nosotros seguimos sembrando. Esperamos que Juan Carlos Loyo venga a apoyar al sector agrícola, pues garantizamos que si tenemos todas las condiciones, vamos a hacer un trabajo excelente en las unidades de producción”.
Admitió el presidente de Fundacebolla que las experiencias de expropiación en territorio larense han sido nefastas. “El Estado es el mayor terrateniente del país. Las tierras que están improductivas pueden ponerse a producir, pero eso sólo puede lograrse con movimientos de tierra, capacitación de los terrenos, trabajos tediosos y financiamiento”.
En cifras
Las perspectivas de producción de los cebolleros al último trimestre del año son bastante positivas. “En el campo se presentan lluvias a destiempo. Hasta hace un mes la producción estuvo muy buena, ahora estamos luchando para que no decaiga”, enfatizó Gómez.
Durante este año se sembraron en Quíbor 4 mil hectáreas de cebolla, para una producción de 35 a 50 mil kilos por hectárea, dependiendo de las condiciones climáticas y el cuidado de las plantaciones.
Haydeluz Cardozo
Foto: Archivo
