Según un estudio que recogía hace poco la revista American Psychological Association, antes de la invención del televisor, es decir, con anterioridad a 1915, la mayoría de los sujetos aseguraba soñar en colores. Sin embargo, a partir de esta fecha los encuestados empezaron a recordar sus sueños en escala de grises. Cuando llegó la televisión en color, los sueños también volvieron a teñirse de tonalidades.
En concreto, el 80% de los encuestados menores de 30 años afirma soñar en colores, algo que los autores de la investigación atribuyen a que nunca han visto la televisión en blanco y negro.
Sin embargo, entre los que ya han cumplido los sesenta años, resulta que cuatro de cada cinco aseguran que las imágenes que evoca su cabeza mientras descansas son en blanco y negro.
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