Dictado, dictador, dictadura
Durante la campaña para las elecciones presidenciales de 1998, Chávez anunció que su gestión se regiría por la constitución vigente desde 1961, mediante la cual el periodo presidencial era de cinco años, por lo tanto entregaría el poder en febrero de 2004. Inmediatamente que asume el poder, propone una constituyente para redactar una nueva carta magna, la cual se hizo siguiendo sus lineamientos. Esta nueva constitución, aprobada en diciembre de 1999, establecía lapsos presidenciales de 6 años y con una sola reelección inmediata. De esta manera Chávez presentó su candidatura nuevamente en diciembre de 2006, quedando reelecto para el lapso enero 2007- enero 2013. No conforme con esto, en febrero de 2009 presenta su proyecto de enmienda constitucional, con la cual queda aprobada la reelección indefinida y es así como logra postularse para el evento electoral que acaba de realizarse. Se puede observar que Chávez siempre ha dictado las pautas en cada proceso y es así como a pesar que en un principio gobernaría solo por cinco años, con lo ocurrido el 7 de octubre, gobernará por lo menos veinte años y con opción a la reelección nuevamente.
Neptalí Paredes
******************************
¡Por una Venezuela unida!
Yo no se si el presidente y sus seguidores entienden lo que pasó el 7 de octubre, quienes apostamos por un futuro mejor y perdimos no somos golpistas ni guarimberos, sólo somos venezolanos que creemos que los problemas que no se han resuelto en este gobierno, si tienen solución siempre y cuando el Presidente y sus ministros pierdan menos tiempo en introducir en el colectivo ideologías ajenas y se ocupen de solucionar los problemas de la sociedad que nos toco vivir.
Nosotros queremos que el presidente tenga éxito en su gestión, después de todo, si el gobierna mal, somos los ciudadanos comunes los que pagamos los platos rotos. Ojala lo haga bien y así la gente que sigue al Presidente se dará cuenta de que seguirá habiendo oposición y así el debate no será entre lo malo que lo hace el gobierno y lo bueno como lo haremos nosotros, el debate será entre lo bueno en que lo hace el gobierno y lo mejor que lo haremos nosotros; de eso se trata la política de altura, en que haya una sana competencia donde todo el mundo gane y nadie pierda.
Quienes perdimos esperamos que el señor Presidente modere su lenguaje y que todos los voceros oficiales y quienes conducen programas de radio y televisión afectos al gobierno no sigan usando la cizaña, el sarcasmo, la mentira, la manipulación, que no le den poder a las acciones de los pocos radicales que existen de este lado. No vale la pena, tomen conciencia de que la gente que es ‘roja rojita’ también sueña con un país pacifico y progresista y, en poco tiempo, ellos se darán cuenta de que los venezolanos que adversamos al gobierno no somos tan malos después de todo y así se cansaran de oír tantas cosas negativas y pedirán a gritos que ya no se les hable de su esclavitud, si no de su libertad.
El sueño de un país mejor sigue latente en cada venezolano, quienes nacimos en esta tierra de gracia seguimos ilusionados de que nuestra abundancia sea bien administrada y los problemas de la sociedad sean resueltos. Pienso que por alguna razón los venezolanos estamos padeciendo los embates de este mal gobierno y que, por ese mismo motivo, Venezuela despertará por completo y encontrará su camino. La gente que sigue al Presidente deberá comprender que una cosa es quererlo a él como persona y otra muy distinta es evaluar su gestión. Que el gobierno comprenda que la huella que dejó Capriles es imborrable, porque las virtudes que el posee como la honestidad, la nobleza, la sencillez, son las virtudes que queremos imitar los venezolanos. De modo que, cuando los ‘rojos rojitos’ se cansen de tanta mala intención, ya sabrán que camino seguir.
Alirio José Palencia
*******************
¿Y ahora qué?
Y ahora qué, es lo que deben estarse preguntando miles de Venezolanos estos días después del 7 de Octubre, luego de ver perder al candidato de la Unidad, el cual revivió la esperanza y la alegría de elegir a otro presidente para nuestra Venezuela, para que se unieran los venezolanos, que hubiesen soluciones reales a los problemas del día a día del ciudadano de a pie. Es una derrota que se siente muy adentro en cada venezolano que creyó en el cambio de este gobierno, ¡pero que no fue así! Los aspectos positivos, es que ya tenemos un gran líder apodado “el flaco o el correcaminos”, como le dicen, y hemos ganado dos millones de votos para la mesa de la unidad, que de la derrota nos fortaleceremos y veremos que errores cometimos, si bien hay que decir que la campaña de Capriles avivó las ganas por ese cambio. Se ve en él, la voluntad para trabajar para todo el pueblo sin distingo de posiciones políticas, sin rencores y, lo más importante, sin odio.
En mi opinión, nuestro país es el más impredecible del mundo en todos los ámbitos y eso lo demuestra esta elección, en la cual se dieron tantos pronósticos y encuestas antes de la misma y muy pocas estaban en lo cierto.
Lo que nos queda es seguir adelante, el país no se acabó, tenemos la misma Venezuela, bella en sus paisajes naturales y mujeres, llena de gente trabajadora, de recursos naturales, lo tenemos todo. En poco tiempo nos reuniremos con nuestros familiares y amigos y a cada una de las decisiones que toma este gobierno desaforadamente le tendremos un chiste para reírnos de ellas, ¡así es el venezolano! Ya sabemos cuál es el camino, ¡ahora falta caminarlo!
Luís Fernando Rivas Graterol
************************
¡Sin perder la esperanza!
Orgulloso estoy de pertenecer a los seis millones y medio de venezolanos que piensan que podemos tener un mejor país. Indudablemente, tras el 7 de octubre, cambió el rumbo de la nación. Muchos nos sentimos tristes porque vemos la forma en que los sueños, un mejor futuro, la libertad, la justicia y la felicidad, esta vez se escapan de nuestras manos; sin embargo, lo único que no se puede escapar es la esperanza, que por cierto, es muy grande porque más de seis millones vivimos en ella. Nos queda esquivar inteligentemente las acometidas del gobierno, luchando con el trato desigual que recibimos todos los que nos atrevemos a pensar u opinar de una manera distinta. Necesitamos vencer el miedo que, para mí, fue un factor protagónico en el resultado obtenido, es en los momentos difíciles que debemos estar juntos, es hoy cuando debemos estar más unidos que nunca.
Henrique Capriles Radonski, es un gran hombre que asumió su trabajo con responsabilidad y gallardía, no me arrepentiré jamás de haberlo apoyado, no llevaré el cargo de conciencia que seguramente muchos otros tendrán, la pregunta es: ¿realmente después de 14 años las cosas están mejor? Una parte del pueblo decidió darle más tiempo a Hugo Chávez para que intente ser mejor presidente. Pasará el tiempo y se darán cuenta de las consecuencias de la decisión tomada el 7 de octubre, pasará el tiempo y verán si verdaderamente habremos progresado.
Definitivamente estoy convencido de que es mejor morir de pie, que vivir de rodillas. El futuro de Venezuela nos pertenece… ¡nos volveremos a encontrar!
Álvaro Manuel Toloza González
************************
¡Dos millones novecientos mil!
La cuenta no me acaba de cuadrar y mucho menos me cuadra la llamada telefónica a Capriles, ¿qué quiere negociar el candidato ganador? ¿Acaso el secuestro de los 2.900.000 votos que no aparecen? Señores, lo siento, yo no le di mi voto a Capriles para negociar con nadie, sino para recorrer el camino que me había señalado, de progreso, justicia, trabajo y seguridad. No me interesa que la MUD diga que no hubo fraude, para mi lo ha habido desde que Chávez llegó al poder por segunda vez, y no voy a caer en la transparencia, de las próximas elecciones para gobernadores y alcaldes, con la fulanas maquinas. O me ponen las elecciones manuales, como es en el imperio, que siendo un país mucho más poblado que el nuestro, son manuales y los resultados se dan más rápido, o no voto.
A tres días, todavía no tenemos noticias de los resultados del exterior y, de paso, tenemos unos votos que están pero no están. A lo mejor les pasó como a los lingotes de oro y se los llevaron secuestrados en la aerolínea Cubana de Aviación, aun recuerdo las palabras “Votar por Chávez es votar por Fidel”, así que prepárense porque en la agenda del otra vez presidente, siguen en pie las expropiaciones, sigue con la idea de ponerle la mano a la empresa de cervezas y alimentos, ¿lo vamos a permitir? ¿Qué vas a hacer cuando te lleguen a tu casa y te digan, esta casa, con todo lo que esta dentro, pasa a ser propiedad del Estado? Así pasó hace 50 años en La Habana, Cuba. ¡Qué Dios se apiade de Venezuela!
Carmen Elena Pérez Campos
********************
Dos historias, dos caminos y un puente
¿Qué le espera a Venezuela después del 7 de octubre? Eso depende del cristal con que se mire, y de quiénes sean considerados venezolanos; porque, si bien, el llamado ha sido a la reconciliación, al buscar su definición en el diccionario, encontramos que ésta es el restablecimiento de la concordia y la amistad entre varias partes enemistadas.
Pero, si justo al día siguiente de las elecciones, lo primero que vemos y oímos por televisión es al tren ejecutivo, con el presidente de la Asamblea Nacional a la cabeza, con ínfulas de grandeza, descalificando tanto a quienes votamos por la alternativa, como a los personeros de la oposición y hasta ridiculizando a periodistas internacionales, fácilmente podemos intuir que seguimos arando en el mar, que lamentablemente seguimos siendo un país divido en dos partes totalmente distintas que caminan en sentido opuesto, y cuyos ciudadanos tienen formas muy disímiles de ver y vivir la vida.
También, podríamos suponer que, quienes estamos del lado de los 6.500.000 (a los que un no muy lejano día, nos dijeron que si no somos chavistas, no somos venezolanos) deberíamos salir corriendo a comprar alpargatas, tanto para nosotros como para nuestros hijos y familiares que no tienen edad para votar, pero que también son venezolanos, porque lo que nos viene es joropo.
Por fortuna, hay dos pequeños detalles: el primero, la gorra tricolor que seguiremos llevando con orgullo incluye las 8 estrellas de nuestra bandera; y es la representación de ese símbolo patrio que en cualquier lugar del mundo nos da a conocer como “venezolanos”. El segundo: aunque las gorras y las alpargatas no combinan como vestimenta criolla para el baile de joropo, eso se reduciría a un mero problema estético, lo que quiere decir que, perfectamente podemos bailar con la gorra puesta. ¡Aceptamos el reto!
Para este joropo se presenta una disyuntiva, al darnos cuenta que, de todo ese conglomerado de venezolanos que convive pisando la misma tierra y respirando el mismo aire, aún cuando todos estamos convidados al baile, la mitad son los músicos y la otra mitad somos los mejores bailadores, pero en la tarjeta de invitación encontramos una nota en letra muy pequeña, que dice… “en esta fiesta los músicos no bailan y los bailadores no tocan”. Entonces, visto de esta manera, después del 7 de octubre, habrá dos historias que escribir, según seamos músicos o bailadores. Así, está todo listo para que comience el joropo, y como en toda fiesta, lo más lógico sería que, para que la música suene bien, los músicos, no sólo deben dominar el arte de ejecutar los instrumentos, sino que deben hacerlo acopladamente según las leyes de la melodía, el ritmo y la armonía; además de tener un buen director. En tanto que, para bailar, cada uno de los bailadores desde su percepción, debe ponerse en acción moviendo el cuerpo al compás de la música, con la gracia y el estilo que los hacen sentirse libres y felices. Sin embargo, en esta hermosa tierra, no todo el mundo sabe tocar un instrumento musical, pero, ¿bailar? ¡No hay rincón del país donde no haya quien baile y son contadísimas las personas que dicen no saber hacerlo!
Por lo tanto, los venezolanos que se sienten identificados con el grupo musical, deberán estar calladitos, mirando cómo el director mueve la batuta, escuchando lo que los músicos ejecutan y aplaudiendo cuando termine cada set. Al contrario, quienes nos sentimos identificados con los bailadores, no somos sólo espectadores, sino parte activa, disfrutando del baile, tomándonos de las manos, mirándonos a los ojos, regalándonos sonrisas, cambiando de parejas, aprendiendo los unos de los otros, sintiéndonos felices y orgullosos por los logros propios y ajenos, claros en que debemos levantar la mirada y proyectarla en la misma dirección, con la convicción plena de que los objetivos se logran trabajando en equipo, intercambiando ideas y poniéndonos en el lugar del otro.
La metáfora, es una de las tantas estrategias que utilizo en el proceso de enseñanza-aprendizaje con mis alumnos, y en particular, ésta del baile, pues, me parece muy enriquecedora por su gran contenido de valores. Soy una mujer venezolana, de las de a pie, de las que todos sus logros han requerido esfuerzo, constancia, perseverancia. Y, entre los roles que me han correspondido en la vida, además de madre y abuela soy orgullosamente docente, con tan profunda vocación que me hace sentir que soy una maestra para mis hijos y nietos. Lo mismo que una madre para mis alumnos. Para mí, esto quedó refrendado y sellado en una gran lección que aprendí el 8 de octubre, cuando mi nieta que está próxima a cumplir 12 años de edad y que en su proyecto vida tiene planteado estudiar Educación Especial; en medio del llanto, pero con la esperanza intacta, me dijo: “…en nombre de Dios, dentro de seis años tendré edad para votar, y como yo, habrá muchos jóvenes convencidos de que sí Hay un Camino”. Esto, me trajo a la memoria una frase de un presidente de Harvard, Dereck Bok, “la influencia de un maestro dura por la eternidad”, citado por la profesora Carolina Jaimes Branger, (El Impulso, 27 de agosto de 2012) a quien no tengo el honor de conocer, pero que admiro profundamente, y en cuyos escritos siempre encuentro asidero para afirmar que, felizmente, los verdaderos maestros hacemos nuestro trabajo abonando con valores las raíces de todos los niños que pasan por nuestras vidas, para que al crecer, vayan con convicción tras sus metas, dejando el corazón en lo que hagan y teniendo la certeza de que, simplemente, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. Por eso marcamos la diferencia, siempre apostando al futuro, dispuestos a construir sólidos puentes a través de los cuales, los caminantes, sin importar cuál sea su procedencia, ni su rumbo, puedan transitar libremente en ambos sentidos.
Dulce María González
**********************
Próximo Tema:
Hay que seguir ejerciendo el voto
Terminando el proceso de las elecciones presidenciales, donde se obtuvo una participación histórica de más del 80% del padrón electoral, es necesario preservar la motivación para el próximo sufragio, a realizar en diciembre de este año y donde se elegirá a las autoridades regionales. Es por ello que deseamos preguntar, ¿ejercerá su derecho? ¿Es importante retener espacios conquistados y lograr otros sin conquistar?
Envíenos su opinión antes del viernes 19 de octubre y será publicada el 22 del mismo mes en la página 2 del cuerpo A, en la Página de los Lectores
