El panorama no es muy alentador para Chile y su cuestionado técnico Claudio Borghi, que el martes reciben a la aplanadora Argentina encabezada por un Lionel Messi en las eliminatorias mundialistas.
El fútbol no es amigo de la lógica. Pero lo cierto es que el líder Argentina llega como claro favorito y con Messi en pleno romance con la red en su visita a Chile, que viene en caída libre y probablemente deba buscar nuevo técnico si vuelve a perder.
Argentina, además de marcar el paso de las eliminatorias, es el equipo más efectivo con 18 goles en nueve partidos, mientras Chile es un colador ya que recibió 16, al igual que el último Paraguay.
Parada en un trampolín de confianza, Argentina llega con siete partidos invicto, el último de ellos con un 3-0 ante Uruguay con dos goles de Messi, mientras Chile lleva dos derrotas seguidas, la más reciente 3-1 con Ecuador.
Messi, quien desde hace tiempo mueve a la admiración y al aplauso en Barcelona, viene jugando por primera vez con Argentina tal como lo está haciendo en el equipo catalán. Según la FIFA, Messi es el mejor jugador del mundo en los tres últimos años y va por su cuarto halago.
«Lo tenemos en un gran nivel», dijo el técnico de Argentina Alejandro Sabella en alusión a Messi, máximo artillero de las eliminatorias con seis goles, al igual que su compatriota Gonzalo Higuaín (Real Madrid, España) y el uruguayo Luis Suárez (Liverpool, Inglaterra).
Messi totaliza 30 goles con Argentina y le está pisando los talones a Diego Maradona, el tercer goleador histórico del seleccionado. La lista la encabeza Gabriel Batistuta, con 54, seguido por Hernán Crespo con 35.
Pólvora pura, Argentina atacará con Messi, Higuaín y Sergio Agüero, un trío letal que podría demoler a Chile, tal como ocurrió en el partido de ida en Buenos Aires cuando los Albicelestes ganaron 4-1.
Si la historia se repite, al menos en el resultado, Borghi podría renunciar o bien ser despedido, ya que una tercera derrota al hilo sería una estocada al corazón de los chilenos.
En la antesala del partido, la concentración chilena amaneció con pintadas reclamando la renuncia del argentino Borghi y el regreso de su compatriota Marcelo Bielsa, que llevó a la Roja hasta los octavos de final del Mundial de 2010.
Además de marcar la concentración chilena con pintadas, algunos hinchas arrojaron huevos.
Chile llegó a liderar la clasificación en junio tras triunfos de visitante contra Venezuela y Bolivia. Pero su rendimiento ha caído tras problemas disciplinarios y una sequía de goles que lo han mandado al quinto lugar de la tabla con 12 puntos, cinco menos que Argentina.
Los hinchas han criticado especialmente a Alexis Sánchez, compañero de Messi en el Barcelona y que no ha marcado goles en estas eliminatorias.
Sánchez también ha tenido problemas en Barcelona donde rompió una racha de 156 días sin anotar con un gol en la Liga de Campeones contra el Benfica el 2 de octubre.
Ante el silencio de Borghi y del plantel chileno, la prensa local especula que si Chile pierde podría ser reemplazado por el ex director de Paraguay Gerardo Martino o bien por el actual timonel de la Universidad de Chile Jorge Sampaoli. Ambos son argentinos.
Borghi ha estado marginado de la selección en los últimos dos juegos tras una suspensión de cuatro partidos por insultar al árbitro en el partido contra Venezuela.
Además de la inestabilidad de su técnico, Chile está envuelto en otros problemas por las ausencias de los defensores Osvaldo González y Pablo Contreras, por doble amarillas, y la de su atacante Arturo Vidal por roja directa ante Ecuador.
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