#opinión: parafraseos 14/10 por: Ramón A. Querales

Ramón A. Querales
•La tristeza no es bendecida por Dios y la queja es la alabanza al diablo. Sin negar que lloramos en familia esa amarga derrota electoral la noche del 7-0, al día siguiente por la mañana nos fuimos a a la montaña con nuestro despecho, a reflexionar, y dejar que el viento nos sirviese de emisario para hacerle llegar al Todopoderoso ese cúmulo de frustraciones electorales. Y ahí se quedaron, y en buenas manos. Ya recuperados, listos y dispuestos estamos, con nuestro morral a cuestas para continuar el camino y valorar lo andado. Muy posiblemente, la mayoría de quienes nos siguen semanalmente, también nos acompañen en ese sentir. Y deseamos enfatizar algo: orgullosos estamos de haber sufragado en favor de un proyecto de país diferente al que nos ha gobernado durante 14 años. Si tuviésemos que votar de nuevo por Henrique Capriles Radonski lo haríamos gustosamente. Ojalá -por el bien de Venezuela- estemos equivocados al pensar que al reelegir al presidente Chávez las cosas en vez de mejorar empeorarán.
•´´Esto es lo que hay´´ después del 7-0: un país teñido de rojo con una gestión gubernamental del mismo color.“Las expropiaciones están en agenda“ (Vice),¨tenemos cables pelados“ (Presi). En otras palabras, además de apagones, tendremos cortos circuitos que ojalá no enciendan al país
•En toda pelea la primerita que sale huyendo es la pobre verdad. Dónde andará mi consentida
•Yo me uniría al oficialismo si no me importase ser uno más en este mundo socialista trasnochado de equivocaciones
•El hecho de no haber ganado no significa que hayamos perdido. Eso no debemos perderlo de vista
•En muchas ocasiones las lágrimas de hoy se convierten en sonrisas del mañana
•Una de las cosas hermosas a destacar en esta derrota electoral es que Capriles no se sintió huérfano por aquello de que la derrota siempre lo es. Millones de corazones compartimos su no ganancia. Un discurso digno de un estadista a carta cabal pronunciado tras el triunfo oficialista, y los abrazos de su comando, sirvieron de paños de lágrimas a tanto llanto.
•“Nosotros hicimos una campaña tradicional“,dijo textualmente el presidente. Por “tradicional“ deberíamos entender obsceno ventajismo, financiamiento con fondos del Estado, uso de vehículos oficiales para el proselitismo en mitines y caravanas, interminables cadenas para promover su candidatura, y pare usted de contar. Ganar así es más fácil que pelar una mandarina. Además, con cuatro Rectoras, tan “rectas“ ellas, el mandado estaba hecho, y no había necesidad de fraude.
•A mí me sonó rarísimo que a un presidente democrático lo felicitasen por su tercera reelección como presidente
•Los oftalmólogos hablan de visión 20-20(o 6-6) para una visión normal en los seres humanos. A lo mejor, los venezolanos que tenemos una visión diferente de país, no tenemos una visión “normal“ de lo que quiere el grueso de los demás compatriotas, y por eso nos ven como “apátridas“ (empezando por nuestro presidente)
•“El perpetuo optimismo es una fuerza multiplicadora“ Colin Powell
•Mensaje para quienes votaron por un camino: si algo he aprendido en mi vida, con mis caídas sufridas, y ya de vuelta de haber el fondo tocado, más importante siempre ha sido, cuán alto haya rebotado
•No confundamos este desvío temporal en el camino con haber llegado a una calle ciega sin destino
•Una victoria tramposa quizá haya contribuido a una celebración no jubilosa
•El día antes de las elecciones diversos líderes religiosos se reunieron para orar por la paz. Inspirados en este hecho trascendental, tres ministros de Dios, a saber, un sacerdote, un pastor, y un rabino, se pusieron de acuerdo para ir juntos a un día de pesca en el Mar Caribe. Al llegar al lugar escogido, dejaron una cava con su refrigerio en la playa y se alejaron de la orilla. Tiempo después, el sacerdote sintió sed y hambre, cerró los ojos e hizo una oración invocando con sus manos al Todopoderos, y se lanzó caminando sobre las aguas a buscar su comida y su bebida. De regreso hizo igual cosa, caminó sobre las aguas hasta la barca. Una media hora después, el pastor sintió igualmente hambre y sed, puso rodilla en barca, hizo su oración, y ¡zuas!selanzó a caminar hasta la orilla, tomó su pan y su bebida, y regresó a la barca sin contratiempo alguno. El rabino con los ojos como dos huevos fritos ante lo que había visto, al sentir hambre y sed, no quiso quedarse atrás e hizo lo mismo:una firme oración al Eterno y chapulún al mar, con tan mala suerte que al poner los pies sobre las aguas, se hundió. Sin perder un segundo sacerdote y pastor fueron en su auxilio y lo rescataron. Ya de regreso en la barca le dijeron: Disculpe hermano, pero ¡se nos olvido decirle en donde estaban las piedras!¡Plop!Post Data:lo de la oración por la paz fue cierta y muy refrescante. La pequeña historia es una travesura del autor de esta columna. ¡Que Dios nos bendiga a todos por igual!
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