#opinión: El burro enterrado por: Jorge Euclides Ramírez

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Un selecto grupo de Comunicadores Sociales, Politólogos y Sociólogos, tuvo la gentileza de invitarme a una reunión para evaluar los resultados electorales del pasado Domingo. La direccionalidad del análisis estuvo centrada en la opción opositora o alternativa. Sin muchos comentarios estas fueron las conclusiones.
1.La oposición tuvo un gran avance numérico y porcentual que le coloca como una fuerza política fundamental sobre la cual no podrá pasar el Gobierno en caso de querer profundizar un socialismo de corte comunista.
2.El haber reconocido sin ambages, de forma rápida y transparente los resultados, avalando los escrutinios del CNE legitima la vía democrática como camino para obtener el poder y deja sin argumentos a los voceros del oficialismo que hablaban de sectores golpistas y guarimberos. Fue bueno dejar claro que en Venezuela existe Democracia Política aunque persista el ventajismo oficial en el uso de los recursos públicos.
3.La intervención de Henrique Capriles luego de las elecciones lo consolida como el indiscutible líder de la oposición. Allí se mostró como un luchador que le ofrece garantías a sus seguidores y como un hombre dispuesto a continuar el “Camino”.
4.Para mantener los avances logrados la Oposición debe pasar rápidamente de la tristeza y el pesimismo al reagrupamiento y el optimismo, ya que si no logra encontrar la fórmula para reinyectar emoción a sus electores perderá todas las gobernaciones y alcaldías que tiene actualmente.
5.El Comando o los Comandos de Oposición tienen que aprender la lección del pasado Domingo de no cantar victoria por anticipado. Al mediodía las encuestas a boca de urna daban ganador a Capriles por tres puntos, más o menos 500 mil votos. Eso los contagio de optimismo y llamaron a Caracas a los líderes regionales más prominentes. En horas de la tarde el oficialismo hizo una demostración impresionante de movilización y le dio vuelta a los resultados. A las cinco de la tarde el Comando Venezuela llama a las regiones para profundizar la Operación Galope pero no había “musculo” para hacerla porque a esa hora Falcón y Alfredo Ramos, en el caso de Lara, estaban en Caracas.

El cuento del burro
Uno de los integrantes de la reunión, el colega Carmelo Rivero, con gran preocupación por el “duelo paralizante” que sufren muchos, muchísimos, electores de la Oposición nos pidió que les lleváramos el cuento del Burro Enterrado, Fabula que Carmelo dice haber escuchado en sus frecuentes viajes a España….” En una granja cavaron un foso profundo sin que nadie supiera el motivo y lo dejaron a la intemperie porque estaba ubicado en un sitio por donde nadie solía andar. Un día un burro ya entrado en años, dado más al descanso que a la brega, buscando pastura fresca resbaló y cayó en el fondo del inmenso hueco. El dueño intentó sacarlo con cuerdas pero vio que era imposible y que de proceder según este sistema solamente lograría ahorcarlo. Se dio tiempo el granjero para buscar una solución. Durante la noche el Burro se quejó con lamentos humanos y en acuerdo con sus vecinos el granjero decidió no alargar sus padecimientos y así entre todos se dispusieron a enterrarlo aun vivo para evitarle una muerte lenta y angustiosa.
Recogieron los campesinos tierra de varias partes y cada quien con una pala comenzaron a echar tierra sobre el Burro con la idea cristiana de evitarle mas sufrimientos. Pero sucedió algo que nadie previó, a cada montón de tierra que le echaban al Burro este se sacudía con fuerza, la tierra caía bajo sus patas y él se subía sobre ella. Así pasó durante todo el proceso, los granjeros le echaban tierra al Burro y este se la sacudía y hacia crecer el piso del fondo del pozo. De pronto, cuando este piso llego a casi nivel de la superficie el Burro pegó un brinco y galopó por los alrededores bajo el aplauso de sus “enterradores”.
Carmelo sostiene que a todos los electores que hoy se sienten en un hoyo profundo hay que llevarles este mensaje de optimismo. Que los electores de oposición asuman que sus tristezas, que los insultos que puedan recibir, que su desencanto, que su rabia, son paladas de tierra que pueden sacudirse con energía y convertirlas en piso de salvación para obtener el triunfo en las elecciones que están por venir. “Yo desde ahorita, expresó Carmelo, me pongo a la orden de Henry Falcón aunque sea para servir café en su comando”.
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