Brasil es uno de los actores «más influyentes» del sistema interamericano y no debería quedarse en «silencio» ante los intentos de algunos países de la región de socavar la libertad de expresión, consideró este domingo en Sao Paulo la organización Human Rights Watch (HRW).
«El sistema interamericano (de derechos humanos) es regional, y Brasil es uno de los más influyentes (de sus integrantes). El silencio sólo hace avanzar las tentativas de otros países enemigos de la libertad de expresión», declaró José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, organización defensora de derechos humanos.
Según Vivanco, Brasil, la primera economía de América Latina, «dio oxígeno a los esfuerzos para restringir las libertades» en la región cuando el año pasado llamó a consultas a su embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) al cuestionar un pedido de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La CIDH había pedido a Brasil que detuviera la construcción de la hidroeléctrica Belo Monte en la Amazonia, tras emitir medidas cautelares a favor de los indígenas que se verían afectados con el megaproyecto.
Según Vivanvo, América Latina atraviesa un «momento crítico, difícil para la vigencia de las libertades de los pueblos y de los derechos humanos».
«Existen gobiernos en esta región con claras tendencias autocráticas (…) que no respetan las garantías democráticas y que infelizmente están en el poder», añadió, citando a los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA).
El ALBA es una alianza subregional de países conformada a instancias del presidente venezolano Hugo Chávez, que acaba de ser reelecto para un nuevo mandato de seis años, e integrada además por Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, entre otros, con una postura política de claro enfrentamiento con Washington.
Vivanco formuló estas declaraciones en el marco de la 68 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que arrancó el viernes en Sao Paulo.
Este domingo la SIP, que reúne a propietarios de medios de comunicación, comenzó la discusión de su informe, que deberá ser aprobado el martes en el último día de la asamblea, en el que se cuestiona duramente a Argentina, Venezuela y Ecuador, entre otros países, por poner trabas al ejercicio del periodismo, según afirma.