La tecnología y las redes sociales no han podido desplazar los sentimientos humanos cuando de expresarlos en una carta o impregnarlos en una correspondencia se trata.
Y un confidente para que usted conquiste el corazón de su amada sigue siendo el Instituto Postal Telegráfico (Ipostel), el cual continúa llevando ese manuscrito hasta la puerta de su casa.
Pero además, este instituto, con 34 años de creado en Venezuela y actualmente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Innovación, es receptor de grandes clientes quienes utilizan este servicio para el envío físico de recibos, documentos, paquetes, telegramas y facturas para el cumplimiento de normas legales.
Envíos más económicos
Eber Morín, licenciado en administración y coordinador encargado de la oficina principal de Ipostel en Lara, ubicado en las instalaciones del Edificio Nacional de Barquisimeto, indicó que por tratarse de un instituto autónomo de la Nación la tasa de cobro al público es menor en comparación con otros servicios de correos privados del país. Ejemplificó que mientras otras empresas privadas cobran entre 60 y 70 bolívares fuertes por trasladar un documento al interior de Venezuela, Ipostel cubre el mismo servicio en un precio mínimo de 3.5 bolívares fuertes desde un peso de 20 gramos, “una diferencia abismal de 500% ó 600%”.
Oficinas en todo Lara
Morín detalló que veinte oficinas de Ipostel posee el estado Lara, de las cuales 7 están en el municipio Iribarren, a saber: una en el Aeropuerto Jacinto Lara, en la Aduana Centroccidental, en Bobare, Zona Industrial I, Tamaca, sector Cruz Blanca y la principal en el Edificio Nacional; 4 en Morán ubicada una en El Tocuyo, en Humocaro Alto y Humocaro Bajo una en cada localidad y otra en Guarico; 2 en Jiménez distribuida una en Quíbor y la segunda en Cubiro; 2 en Urdaneta, mientras Torres, Crespo, Palavecino, Simón Planas y Andrés Eloy Blanco tienen una cada uno.
Trescientos treinta trabajadores mueven a este instituto en Lara diariamente, de los cuales ciento veinticinco desarrollan el tradicional servicio de carteros y doscientos cinco laboran en área administrativa y operativa.
Son hombres y mujeres que realizan una obra social para millones de venezolanos, llevando en los mensajes noticias buenas y a veces no tan agradables, dijo Morín.
Traspasa fronteras
Eber Morín manifestó orgulloso que Ipostel cubre el servicio de correo tanto en Venezuela como fuera de sus fronteras.
En tal sentido, indicó que el instituto pertenece a la Unión Postal Universal conformado por ciento cincuenta países y a la Unión Postal de las Américas Españolas y Portugal (Upaep), con los cuales tiene una estrecha relación y hasta donde llegan sus operaciones al servicio de la sociedad.
Lo prohibido
Morín dijo que ciertos productos no son transportados por Ipostel por medidas de seguridad.
Puntualizó que los inflamables, medicamentos y alimentos están prohibidos en el servicio.
En cuanto a los medicamentos acotó que los mismos deben tener una aceptación y aprobación por el Ministerio de Sanidad, y los alimentos pudieran acarrear inconvenientes al momento de montarlos en un avión.
Respecto al envío de artefactos electrodomésticos, Morín adujo que sin son trasladados al interior del país no habría problemas, pero si es para llevarlos al exterior deben contar con rigurosos procedimientos de la aduana y otros entes del estado.
Antes y después de las redes
“Es una inquietud que nos pone a pensar a muchos, sobre todo a quienes trabajamos en Ipostel”, expuso.
Morín confesó que a pesar del auge de las redes sociales como el correo electrónico, el facebook, el twitter, los blog y el messenger todavía Ipostel maneja un volumen importante de circulación de tarjetas postales muchas personas que salen del país y no tienen acceso a internet y recurren al servicio de correo.
Todavía existe sensibilidad
Para el coordinador encargado de la oficina principal de Ipostel aún se reciben cartas personales en cada una de sus taquillas en la entidad porque “existe sensibilidad en el ser humano”.
Cree que esta manera de envío demuestra que la persona remitente se hace palpable en el destinatario por su letra y por los sentimientos que transmite su corazón.
Además, agregó, quien recibe la carta puede darse cuenta que efectivamente está en presencia de un mensaje escrito por alguien que conoce, a diferencia de Internet que muchas veces no da la veracidad de una carta o una firma en puño y letra.
¿Cómo se trabaja en Ipostel?
Morín describió como titánica la labor desarrollada por quienes están al frente de esta institución del estado, quienes se mueven en bicicleta, moto y hasta a pie para cumplir el servicio así llueva, truene o relampaguee.
De esta forma brindan fiel cumplimento a la entrega de correspondencia en cualquier rincón del territorio nacional.
Para ello cuentan con una moderna flota de vehículos tipo camionetas, a las cuales les adaptaron cabinas, y varios camiones que poseen una capacidad por encima de los 350.
Sostuvo que estos automóviles también sirven de logística para la distribución en las escuelas a nivel nacional de las computadoras y equipos canaimas, contribuyendo de esta manera con una meta del gobierno.
Puntualizó que unas 60 personas son atendidas diariamente en las cinco taquillas de la oficina en Baquisimeto, mientras en el resto de los municipios reciben un promedio de 30.
El mes de corre corre
El mayor movimiento por el envío de postales y regalos dentro y fuera del país se registra en Ipostel en diciembre, donde se observa un corre corre del personal, esgrimió, pero también la demanda continúa en el primer trimestre del año porque la gente está tomando nuevamente las actividades cotidianas.
