El novelista chino Mo Yan fue galardonado el jueves con el Premio Nobel de Literatura 2012. Este galardón se entrega desde 1901 a quienes hayan «contribuido de forma más destacada a la literatura en sentido idealista», según dejó escrito en su testamento Alfred Nobel (1833-1896).
El favorito en las quinielas previas al anuncio es conocido en Occidente, especialmente por su novela Red Sorghum (El sorgo rojo) que fue adaptada a la gran pantalla por el aclamado cineasta Zhang Yimou.
Se trata del segundo escritor en lengua china que recibe el Nobel después de Gao Xingjian (en el año 2000), un autor disidente naturalizado francés en 1997, cuyo galardón fue silenciado por la prensa del régimen comunista chino.
El escritor asiático se llama en realidad Guan Moye, pero adoptó su seudónimo (No hables, en mandarín) en su primera novela. Eligió el distintivo porque tenía fama de ser directo al hablar y quería recordarse a sí mismo que no debía decir demasiado.
El sorgo rojo consigue en sus obras conjugar «con realismo alucinatorio, leyendas, historias y elementos contemporáneos», destacó el jurado. Se conoció que el galardón está dotado con ocho millones de coronas (1,2 millones de dólares).
Mo Yan nació en la provincia de Shandong, en una familia de granjeros. Dejó la escuela durante la Revolución Cultural para trabajar en una fábrica de petróleo. Se alistó en el Ejército Popular de Liberación, las actuales fuerzas armadas de su país, a los veinte años, y empezó a escribir siendo todavía soldado. Comenzó a escribir cuentos en 1981 y en 1984 se matriculó en la Academia de Arte del Ejército.
En 1981 publicó su primera novela, Lluvia en una noche de primavera. En 1984 obtuvo un puesto en la Escuela de Arte y Literatura del Ejército, lo que le permitió dedicar más tiempo a escribir. El éxito le llegó con sus novelas El rábano transparente y, sobre todo, El sorgo rojo (1987). En 1996 publicó Grandes pechos, amplias caderas, donde casi un siglo de historia de China es visto a través de los ojos de una mujer. Este libro fue prohibido por las autoridades de Pekín.
A raíz de la citada novela, el Ejército chino le forzó a escribir una autocrítica y Mo tuvo que retirar su obra de la circulación.
El flamante premio Nobel asegura que nunca se preocupa de la censura cuando decide los argumentos de sus novelas.
«Siempre hay ciertas restricciones a la escritura en cada país», declaraba en 2010 a la revista Time, antes de agregar que esos límites podían representar en realidad una ventaja al forzar al autor a «ceñirse a la estética de la literatura».
Mo opta por recrear un mundo rural -el de Gaomi, la localidad en la provincia de Shangdong que le vio nacer- anclado en el tiempo y salpicado de más de un toque del realismo mágico que popularizó Gabriel García Márquez, el humanismo de William Faulkner o la sátira de Lu Xun (el padre de la literatura moderna china), algunas de sus grandes influencias.
Se le ha comparado, en ocasiones, con Franz Kafka.2 y sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas, incluido el español.
La ceremonia de entrega de los premios se llevará a cabo en Estocolmo el 10 de diciembre.
Foto: AFP