La urbanización Patarata, en el este de Barquisimeto, necesita cambios positivos para el bien de todos los habitantes. Desde hace varios años, los residentes vienen solicitando la limpieza de la quebrada que atraviesa al urbanismo, donde la maleza sobrepasa la canal y hace multiplicar alimañas en la zona residencial.
Se trata de un problema de insalubridad que, de no corregirse a tiempo, seguramente traerá consecuencias a la salud de las personas. De hecho, hay varios habitantes de la zona que han padecido dengue y lesiones en la piel.
La vecina Lisbeth Landa, explicó que los zancudos mantienen alarmados a los vecinos: día y noche las picaduras los afectan y es así como corren el riesgo de las enfermedades.
“Hemos denunciado la situación al Instituto Municipal del Aseo Urbano, sin embargo, no mandan las cuadrillas de limpieza. Los olores desagradables nos agobian: la fetidez ni siquiera nos deja comer tranquilos. Ojalá las autoridades se ocupen de Patarata, una urbanización olvidada por encontrarse en el este de la ciudad”, sostuvo la vecina.
Asimismo solicitan el corte de la maleza en las aceras y otros espacios de la comunidad, como es el caso de la cancha deportiva de la calle Guri, donde los matorrales casi cubren por completo el sitio deportivo y al cual acuden personas del club de alcohólicos anónimos que se reúnen en la comunidad.
Mientras que la vecina Elena Peñuela de Torres, considera necesario revisar el estado de las calles, en consideración a las familias que gastan mensualmente en las reparaciones de sus vehículos a causa de los huecos y otros desperfectos encontrados en la vialidad.
Seguros de los atracos
Por otro lado, señalan los ataques de la delincuencia en Patarata y en otras urbanizaciones cercanas, desde que falta la vigilancia policial durante los días, noches y fines de semana. Adrián Tovar, habitante, reclamó a las autoridades la falta de estrategias u operaciones para abordar al hampa en los sitios más frecuentados por los antisociales.
Explica que al menos dos veces por semana, atracan personas del edificio donde vive, sin recibir “la mínima consideración de los organismos de seguridad; las denuncias no sirven de nada porque igual nos siguen robando”, expuso un tanto molesto.
También señaló que buena parte de la inseguridad está determinada por la falta de alumbrado público en las vías principales del urbanismo.
Al parecer, Corpoelec está notificado del caso, sólo que la urbanización está en la larga lista de espera. Debido a la luz artificial deficiente, la mayoría de los vecinos, se abstiene de salir a caminar por el vecindario, ante el terrible temor de ser embestido por algún malhechor.
En algunas ocasiones, los transportes nocturnos privados que van a la comunidad, dejan al personal en la vía principal, para evitar que les roben las unidades.
Fotos: Edickson Durán