Cuatro días al mes pierden habitantes del norte en colas

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Las personas que viven en las comunidades de la parroquia Tamaca y El Cují pierden hasta cinco horas diarias en las largas colas que a diario se forman en la avenida Intercomunal.

El embotellamiento se forma a las seis de la mañana en sentido El Cují-Centro, desde el distribuidor El Polígono y hasta los Valles de Uribana. La vía no se despeja hasta la 9 de la mañana. El colapso vial se registra por varias horas a pesar que las autoridades de tránsito habilitan cada día un canal de contraflujo.

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A las 5:00 de la tarde comienzan las colas, pero desde el centro hasta El Cují, porque a esa hora las personas regresan de sus trabajos y centros de estudios. El congestionamiento se puede extender hasta tres horas. Es decir que las personas que viven hacia el norte de Barquisimeto cada día pierden cinco horas en colas, lo cual es igual a 100 horas en un mes si se toma en cuenta que el colapso se registra de lunes a viernes. Es decir que al mes cuatro días se les esfuman esperando en una larga cola.

“Cada día esto es una tortura. Debo salir de mi casa a las 5:00 de la mañana porque si paso después de las 5:30 me agarra la colas hasta las 8:30 o 9:00 y tengo que entrar al trabajo a las 7:00”, comenta Eduardo Sivira, quien vive en Tamaca y trabaja en la sede de Corpoelec de la Zona Industria II.
Sivira dice que los viernes la cola se extiende hasta las 9:00 de la noche. “Los fines de semana la situación empeora. Cuando llueve también se agudiza la crisis vial y el embotellamiento se extiende desde Tamaca hasta la avenida Libertador a la altura de Bararida”.

El joven agrega que cuando llueve la cola se puede extender hasta las 10:00 de la noche. “Estudio en la Unesr y cuando llueve me ha agarrado la cola saliendo de aquí de la universidad. Todo se vuelve peor porque la cola se tranca”.

Sergio Medina considera que la avenida Intercomunal Barquisi-meto El Cují la hicieron de manera improvisada. “El problema es que esta avenida la hicieron sin pensar en que la zona norte de la ciudad iba a crecer y se iba a incrementar el flujo vehicular. ¿Cómo es posible que sólo tenga dos canales y no exista un hombrillo, para las emergencias?.

Ramos relata que cada vez que se accidenta un carro la cola se agudiza, porque queda atravesado en la vía y sólo pasa a funcionar un canal, solución limitada ante el tráfico que circula. La carretera al menos debería tener tres canales. No se trata solamente de sembrarle matas y ponerle rayado, tienen que ampliarla.
Ramos, quien todos los días atraviesa la avenida para ir a su trabajo se queja porque no hay alternativa vial para ellos. “Hay una carretera vieja por Carorita que deberían rehabilitar”.
Fotos: Emanuele Sorge

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