#opinion: Educar a los hijos como son por: Oswaldo Pulgar Pérez

La educación de los hijos, adquiere hoy matices que a lo mejor antes no tenían. A san Josémaría Escrivá le preguntaban mucho los papás y las mamás sobre estos temas. Veamos los consejos que daba:
-Padre, ¿qué aconsejaría a los padres que se encuentran como fracasados en la labor de educación de sus hijos? “Yo tengo siempre la misma respuesta, que te encomiendes a la Santísima Virgen, que frecuentes los sacramentos, que procures también que tu marido también practique, que deis buen ejemplo a vuestros hijos. Luego, esa paciencia de la que os alababa en otro momento, mucha paciencia, muchísima paciencia, ¡muchísima!
No te impacientes con los hijos. Si son muy pequeños no les pegues, que no se logra nada. ¿Y con los mayores? Cuando pierdas la serenidad cállate, que después te arrepentirás de haber hablado. Cuando estés serena, bien encomendada a Dios, cógelos a solas y háblales con confianza, con naturalidad. No les recrimines. Recuérdales los momentos en que se portaban bien.
Hazles ver que su padre y tú sois los mejores consejeros. Que te abran el corazón, porque les vas a comprender, a disculpar, a ayudar. Verás cómo todo sale bien, si no perdéis la confianza con los hijos”.
Padre: algunos papás se encuentran angustiados ante los hijos que amenazan de un modo violento e insolente con independizarse materialmente de la familia porque no aceptan las normas que hay en el hogar. ¿Cómo se les puede ayudar?
“Tocas un punto muy doloroso en todas las partes del mundo. No debemos olvidar que nosotros hemos sido un poquito rebeldes, que hemos tenido nuestras rebeldías aunque entonces no estaban fundadas en la violencia y en la cosa desvergonzadamente sexual como ahora. Sin embargo, esos hijos no se marcharán, si tenéis un poco de picardía en el trato con ellos. Pide a la Madre de Dios, que te dé sabiduría para aleccionar a tus hijos, para tenerlos cerquita de ti y cerquita de Ella, sin herirlos, conservando ellos su libertad y tú la autoridad que te toca. Hay que ir con suavidad. Las madres tenéis una picardía muy santa para hacerlo y una gracia especial de Dios con el sacramento. Actúa siempre de acuerdo con tu marido y sacrificando tu carácter. Así los chicos cambiarán; no te preocupes, pero actúa con suavidad”.
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