Miles de venezolanos que residen en el sur de Estados Unidos , regresaban a Miami este lunes en la mañana defraudados e incrédulos de la victoria del presidente Hugo Chávez Frías, quien el domingo ganó holgadamente un cuarto mandato frente a su rival Henrique Capriles Radonski.
«Siento que aquí hubo traición de nuestra propia gente. Estamos destruidos, tanto esfuerzo para nada», dijo a la AFP Francisco Pajé, un elector que viajó el viernes en la tarde a Nueva Orleans, a más de 1.350 km de Miami, para votar con el convencimiento de que Capriles Radonski «iba al menos empatar a Chávez».
Según la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en Miami, en Nueva Orleans, donde fueron a votar miles de venezolanos de Florida por la decisión de Caracas de cerrar su consulado en enero pasado, se registraron 8.351 votos, de los cuales 8.349 fueron para Capriles, dos votos nulos y ninguno a favor de Chávez.
En el corazón del exilio venezolano en Estados Unidos, en Doral, ciudad aledaña a Miami conocida popularmente como «Doralzuela», la fiesta y alegría en los restaurantes el Arepazo Original y el Arepazo 2, se transformó en desconcierto a medida que leían tuits de comentaristas en Caracas de oposición donde asumían entre líneas la derrota de Capriles Radonski.
«Si Capriles pierde es por trampa, porque si es por la votación su victoria es segura», dijo a la AFP Jannette Cabrera, que esperaba el arribo de su esposo desde Nueva Orleans, a donde acudió a votar en los vuelos charter que organizó la comunidad de Miami, donde viven más de 200.000 venezolanos, la mayoría desde que Chávez llegó al poder en 1999.
Pero la victoria de Chávez anunciada en la televisión venezolana pasadas las 10:30 de la noche en Miami fue difundida en pantallas gigantes al exterior e interior del Arepazo2 y dio lugar al llanto, al desconcierto y a las denuncias de fraude.
Durante la mañana de este lunes, está previsto el arribo a Miami de los más de 50 autobuses y 22 camionetas, además de autos particulares que se trasladaron desde el viernes a Nueva Orleans con la esperanza de que este lunes comenzaría un nuevo capítulo político en Venezuela.
«Para mí esto es como una muerte, vivo como exiliado político en Miami desde 2006 y mi sueño es la partida de Chávez para volver», dijo a la AFP, León, un ex gerente de la petrolera PDVSA que solo quiso dar su apellido.
Los residentes en el sur de Florida se quedaron sin consulado en Miami en enero pasado, cuando el gobierno de Venezuela decidió cerrarlo después de que Estados Unidos expulsara a su cónsul por un supuesto caso de espionaje internacional, lo que les obligó a trasladarse a Nueva Orleans para ejercer su derecho a votar.
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