#Opinión: Realidades de sabios Por: Rafael Torres

Sabio  o sabia, se le aplica a la persona que tiene conocimientos científicos profundos y que suele dedicarse a la investigación, según, el diccionario Larousse. Hay quienes dicen que, todo lo que vivimos es el efecto de lo que ocurre en nuestro interior y de la manera como lo proyectamos hacia los demás y el mundo. A medida que motivemos a los seres humanos, a transformarse a sí mismo, rescatando y poniendo en práctica valores esenciales como, el respeto, la responsabilidad, el compromiso, la honestidad, tendremos la posibilidad de producir circunstancias y condiciones diferentes y positivas, que nos permitirán tener un mundo mejor. Salgamos de la apatía y la pasividad en que nos han colocado y vamos a vencer la inercia que envuelve nuestra vida. Recuperemos el entusiasmo, el valor y la pasión por la vida. Sólo así podremos superar los obstáculos, enfrentar y solucionar los problemas y liberarnos de las preocupaciones y temores para disfrutar mucho más de la aventura de la vida. La vida es un regalo maravilloso, prodigioso, milagroso, fenomenal, de mucha admiración, que debemos cuidar, para que no se nos vaya o nos la quiten. También, tenemos quienes dicen, libérate de la impotencia, la incapacidad o fracaso, renueva tus esperanzas para mejorar y aumentar tu calidad de vida. Cada momento es único e irrepetible. Lo pasado pasó y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo, excepto con el perdón. Lo único transformable es el futuro, si vivimos con entusiasmo, con conciencia y responsabilidad. No permitamos que la violencia se convierta en un estilo de vida que nos robe la esperanza de tener un mundo mejor. No debemos cansarnos nunca de hacer bien. Tú eres la esperanza de un mundo mejor. No podemos cambiar a los demás, aún, cuando el beneficio de ese cambio sea para ellos mismos, pero sí comprensivos, solidarios y honestos. Casi siempre tenemos una excusa, del por qué hacemos cosas equivocadas. Los momentos difíciles son los más apropiados para que nos esforcemos en compartir con las otras personas todo lo bueno y en especial, que hay dentro de cada uno de nosotros. Aprendiendo del Gran Maestro, una vez, JESÚS utilizó a un niño para enseñarles una importante lección a sus amigos. Puso al niño en medio de sus discípulos, o seguidores, y les indicó que aunque eran adultos, debían cambiar de actitud y llegar a ser como aquel niño. ¿Qué quiso decir con esto? ¿Sabes cómo podría un adulto, o incluso un jovencito, ser como un niño?… Bueno, un niño no sabe tanto como una persona mayor y quiere aprender. Así pues, lo que quiso decir fue que sus discípulos debían ser humildes, como los niños. Lo cierto es que todos podemos aprender mucho de otras personas y que sus enseñanzas son más importantes que nuestras propias ideas. Palabras de Jesús. Por otro lado, en el libro, 100 fórmulas para llegar al éxito, de P. Eliécer Salesman, me llamó la atención una frase:”Piense que la vida espera mucho de usted”. Esta frase salvó la vida de uno que se iba a suicidar. Alguien dijo: “Recuerde que la vida espera todavía mucho de usted. Todavía puede ser útil para muchos”. Este pensamiento le animó y siguió viviendo, luchando y trabajando hasta llegar al mejor de los éxitos: el sentirse plenamente realizado. Sí. La vida espera todavía mucho de cada uno de nosotros. Mientras tanto, leyendo el libro “En la construcción de una vida plena…”De la escritora, profesora y amiga, Sira Vargas Rodríguez, obsequio que se lo agradezco enormemente, por la enseñanza que nos transmite al leerlo, me consigo con unas frases importantes: “tenemos derecho a disfrutar y a vivir el amor”  Es como el aire, como el agua, como la naturaleza, tenemos derecho a estos bienes. Si llegamos al mundo sin amor, o no nos lo brindan en la familia, este hecho se convierte en un proceso que se perpetúa. Afirmó, que  es un círculo que se puede romper y recomenzar. También dice:” Debemos tener presente que quien nos ama no nos hace daño, no nos arremete. Si alguien nos da ese tratamiento, entonces, ese sentimiento no se llama amor. El amor no debe representar sufrimiento”. Igualmente, leí en un manuscrito, lo siguiente: “Metas” “Cada paso en tu vida tiene que ser dado en presente, conciente de que en él se contienen el pasado y el futuro, sin otro tiempo mas que el ahora. Conciente de cómo cada situación depende de ti y de tu decisión… Cuando no sabemos responder ningunas de las preguntas, ¿Qué sientes? ¿Qué piensas? ¿Qué quieres? ¿A donde vas?, damos vueltas en círculos que cada vez se reducen, produciendo en nosotros ansiedad, vacío, tristeza y confusión…”Entonces, ¡¡Detente¡¡ Y, ojeando al azar unas páginas caigo en uno de los capítulos del libro “ Reflexiones” de Torvic. Cuyo capítulo es el siguiente:”Dos compañeros…que quizás son uno solo”. Trata de dos seres o entes muy unidos y que siempre hemos estado muy compenetrados con ellos, queriéndolo o no. La vida y la muerte. La vida comprende tantos aspectos de la que estamos conscientes, esa parte de nosotros en la que podemos utilizar nuestra mente y parte física. Y la muerte, comprende esa parte que conscientemente desconocemos, pero que sabemos que existe, y que siempre está aguardando a que su amigo y compañero inseparable llamado vida le dé la mano para tomar el mando. ¿Qué pasa cuando estamos bajo su mando? No sabemos. ¿Seremos más felices o no en amistad con una u otra?… ¿Quién sabe?  Y, finalizo, diciéndoles que, cuando alguien se siente mal, por lo que sea, no se da a los demás; más bien se encierra dentro de sus ideas, pensamientos y en sus propios fracasos y nadie tiene acceso a él, ni siquiera su yo interno. Ojalá se recluyera dentro de sí mismo porque allí hay cosas buenas: está Dios con todos los valores espirituales.