El ojo del escorpión
Se alza con desparpajo por encima de viejos edificios que son reducidos a acompañar la obra faraónica. El antiguo Panteón Nacional, quedará sin su principal huésped histórico quien irá a parar hasta a la estructura que mando a construir el paciente megalómano, es su empeño de fundirse en los mismos huesos de aquel que profanaron en hierático show de televisión. Como un armatoste blanco que arrebata miradas y guarda oscuros intereses, se presenta la última ocurrencia presidencial, para tratar de secuestrar la gesta heroica del Libertador Simón Bolívar.
La osadía arquitectónica se ha engullido una inmensa cantidad de millones de dólares, los cuales justifican bajo el frondoso árbol del patriotismo mal entendido. Han ultimado detalles y guardan el secreto con el celo de los regímenes totalitarios. Si nos asomamos a la historia encontraremos muchísimos ejemplos de personajes que creyeron que ellos eran los predestinados, y que su obra tenía que ser resguardada del olvido; se hicieron construir obras espectaculares que sirvieran de custodio de muchos que se sentían dioses.
En Venezuela Hugo Chávez quiere abrogarse el título de Libertador de la republica. Se cree la patria y hasta autoriza una cuña en donde un venezolano humilde trata de ponerlo a la altura de Dios y por encima de los héroes de la independencia. Su egolatría y su desvío de la realidad han hecho estragos en su alma atormentada, tal como el cáncer que lo consume. Son dos variables que indican que sus dificultades recrudecerán con el discurrir de los meses.
Manos perversas osaron tocar los huesos sagrados de Simón Bolívar, buscaban algún sortilegio que uniera al Padre de La Patria, con la pesadilla que tenemos como gobernante. Su indignidad mancilló la osamenta sagrada para hacerla instrumento de la perversidad de este régimen inmoral y putrefacto.
La leyenda negra los cubrió de miedo ante tantas desgracias. Han muerto dirigentes claves de la revolución desde que montaron el show con los restos de Bolívar. Otros batallan por no entrar en esa lista elaborada por la casualidad.
El mausoleo apartará al Padre de La Patria de otros baluartes de la venezolanidad, y lo dejará solo para que únicamente el presidente Hugo Chávez tenga la posibilidad de estar con él. El sueño del primer mandatario nacional es fundirse con Bolívar en una especie de trasmutación de los tiempos, si el cáncer lo termina venciendo el mausoleo será su casa; este es el verdadero interés que tiene como sueño postrero. Es su monumento de ensueño que anhela le sirva de encuentro con los fantasmas. Quiere que su liderazgo siga viviendo más allá de la muerte física. Cree que construyendo este mausoleo la gente lo recordará y hasta lo comiencen a llamar el verdadero Bolívar. ¡Cosas de chiflados…¡
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