En horas de la madrugada de ayer comenzó a caer un torrencial aguacero hacia la zona norte en especial para el centro penitenciario de Centro Occidente, mejor conocido como Uribana.
La seguridad había sido redoblada, por rumores de que los privados de libertad aprovecharían que los funcionarios tenían los ojos puestos en las elecciones para recobrar su libertad anticipada.
A la 1:50 de la madrugada se fue la luz en el penal, cosa que alertó a los doce funcionarios que estaban de servicio en los alrededores y exactamente a las 2 de la madrugada escucharon un ruido fuerte de un derrumbe.
Cuatro castrenses que estaban por los lados de las garitas 4 y 5, comenzaron a buscar por los terrenos que están frente al penal y al caminar por la cerca de alfajol vieron el orificio. La lluvia logró que la tierra cediera.
Los reos, al darse cuenta que habían descubierto el décimo túnel del año, comenzaron a disparar hacia la garita 5 y de esa forma se activó todo el personal.
Los funcionarios introdujeron una bomba lacrimógena y la misma dio hacia el área de Tamanaco.
De profundidad tiene como dos metros de largo y el diámetro es de metro y medio.
Lo tenían maquinado
Se conoció que la semana que descubrieron el noveno túnel de Uribana, los funcionarios de la Guardia Nacional, con las máquinas retroexcavadoras, hicieron zanjas por toda esa zona y no se había detectado túnel alguno.
Esta zanja fue cerrada el día miércoles por lo cual se estima que los privados de libertad continuaron su excavación. Según la información que había era que los presos pretendían fugarse el día de ayer, porque pensaron que habría poca seguridad en el penal.
Así mismo los efectivos tuvieron que sellar el túnel con piedras porque no consiguieron máquinas. Será el día de hoy que procedan a taparlo con cemento.
Ellos continuarán en sus labores de recorridos diarios con la finalidad de evitar la fuga masiva de los privados de libertad quienes, por su tiempo de ocio, se dan a la tarea de hacer túneles para buscar la forma de salir y los construyen con las herramientas a las cuales les permiten el acceso.
Fotos: Elías Rodríguez