La afluencia masiva de electores, la alegría y la paciencia en las largas colas de votantes caracterizaron la histórica jornada electoral que vivieron este domingo 7 de octubre más de 18 millones de votantes que acudieron a las urnas a escoger a un nuevo presidente.
Pero estos comicios para los venezolanos han significado mucho más que elegir un nuevo mandatario pues ha puesto sobre la mesa dos modelos de país contrapuestos plasmados en los planes de gobierno de los dos candidatos en liza.
Hugo Chávez con su propuesta de reforzar el llamado Socialismo del Siglo XXI en Venezuela y en el continente americano y la novedosa oferta de Henrique Capriles Radonski, basada en la reconciliación de los venezolanos con toques de izquierdismo brasileño y con la mirada puesta en los mercados internacionales.
No obstante, el ingrediente que más motivó a la ciudadanía venezolana a acudir en avalancha a los centros de votación fue la cercanía de ambos candidatos en la intención de voto lo cual generó se lanzaran a sufragar masivamente para impulsar su opción.
Alegre compartir
En las largas filas se podían observar a muchísimos jóvenes disfrutando del implacable sol, compartiendo con adultos y personas mayores que pacientemente esperaban su turno.
El alabado sistema electoral automatizado, en general, funcionó bien, aunque surgieron las típicas denuncias de algunos retrasos o fallas, aunque sin grandes consecuencias para el proceso, lo que validó lo dicho una y mil veces por la presidenta del CNE, Tibisay Lucena.
No faltaron los movimientos de los simpatizantes de Chávez, quienes montados en sus motos comenzaron a ubicarse en estratégicas esquinas de la gran capital para amedrentar simplemente con su presencia.
Sin embargo, la jornada no se interrumpió ya que lamentablemente los venezolanos se han acostumbrado a la actitud agresiva de los oficialistas en todos los actos electorales recientes.
Contienda reñida
En los centros de votación dirigentes políticos y destacadas personalidades fueron a ejercer su derecho al sufragio y a su salida instaron a la población a votar y a preservar al clima de paz en toda la nación.
Lo reñida que se presentaba la contienda igualmente matizó todas las conversaciones en las colas de votantes y por supuesto en los círculos periodísticos, lo cual denotaba la angustia tanto de chavistas como de caprilistas quienes se estuvieron debatiendo toda la jornada electoral entre el triunfalismo y el derrotismo.
La angustía fue el factor más resaltante de la fiesta electoral venezolana. Caras alegres por momentos, rostros alargados por instantes. La inseguridad frente al triunfo mantuvo en ascuas a todos los venezolanos y hasta el cierre de las mesas nadie pudo alejarse de la incertidumbre. Por eso la alegría del amanecer se fue apagando en ambos bandos a la espera de la gran noticia
Fotos: Oswaldo Azuaje
