Los retrasos y fallas del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la activación de las mesas en los diferentes centros de votación del municipio Iribarren fueron responsables de que la fiesta democrática de este 7 de octubre se convirtiera en un verdadero martirio.
Los electores que decidieron sufragar desde muy temprano y aguardaban la apertura de las mesas desde la madrugada, no tuvieron más opción que esperar por lo menos cinco horas para ejercer su derecho.
De acuerdo con datos suministrados por los votantes, en el este de la ciudad se intentó aplicar una “operación morrocoy” en aras de que el proceso electoral se tornara más lento y redujera la participación.
La mayoría de los coordinadores de los centros electorales confesaron que la razón principal del retraso fue la estación de identificación, en la cual los votantes debían verificar sus datos para obtener el cupón con el número de mesa y folio.
“No entendemos por qué nos obligan a pasar por esa estación, cuando ya nos encontramos en los listados y sabemos en qué mesas debemos votar”, expresó evidentemente molesta la joven Marbis Gutiérrez.
El equipo periodístico de esta casa editorial siguió, paso a paso, las situaciones que se generaban en los centros de votación.
Los escenarios coincidían en la mayoría de los casos. Retrasos, improvisación, desinformación por parte de los funcionarios del CNE y máquinas averiadas sin equipos de sustitución, fueron algunas de las características del proceso durante toda la mañana.
Pese a ello, una realidad inocultable fue la masiva participación del pueblo venezolano, que se volcó a las calles para elegir al líder que conducirá al país en los próximos seis años.
¡Queremos votar!
Hubo retrasos e irregularidades, pero la masiva participación de los electores en cada uno de los centros llenó de entusiasmo y alegría la jornada de este domingo.
Todos estaban conscientes de las dificultades que se presentarían durante el día. Sin embargo, las ganas de participar, de ser parte de la solución y no de los problemas, les dio la fuerza suficiente para combatir cualquier desánimo.
Desde tempranas horas de la mañana se observaron enormes colas, especialmente en aquellas instituciones que tenían mayor número de electores.
Las irregularidades se evidenciaron a las 6:30 de la mañana, cuando en algunos centros se impidió el ingreso de testigos de mesa.
Así lo denunciaron representantes de la Mesa de la Unidad Democrática en el Grupo Escolar Acosta Ortiz, donde presuntos funcionarios del Plan República no permitieron la entrada de los testigos hasta las 7:30.
“En este centro tenemos más de 3 mil 300 electores y no nos permitían desarrollar nuestra función de testigos. Aunque el proceso es rápido, las máquinas fallaron durante la instalación”, dijeron.
La situación fue aún más tensa en el Liceo Ambrosio Perera, debido a que los electores gritaban consignas y exigían el rápido acceso a las mesas de votación. Sólo en este centro el número de votantes asciende a los seis mil.
“Vinimos desde temprano porque queremos generar un cambio en el país. El proceso está muy lento, llegué de madrugada y tres horas después no he podido votar. Sin embargo, no me iré porque quiero participar en la construcción de la democracia y una Venezuela más unida”, dijo Angélica Sánchez, mientras esperaba su turno en el mencionado liceo.
El malestar se extendió entre la multitud, pues evidentemente algo funcionaba mal en el proceso.
Aunque había enormes colas, algunas mesas de votación estaban vacías.
“En el Ambrosio Perera sólo hay tres máquinas de identificación para tres mil electores. Qué barbaridad”, decían los presentes.
La misma realidad se suscitó en la escuela Bararida, en la escuela Industrial Lara, en el liceo Tomás Rafael Jiménez y en los colegios La Fuente, Río Claro, Vicente Salias, Andrés Bello, entre otros.
Se conoció que en la Escuela Primaria María Pereira de Daza un ciudadano fue arrestado por comerse la papeleta luego de votar. Al ser increpado por los funcionarios del Plan República, el sujeto, quien se identificó como miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), actuó de forma violenta por lo que fue necesaria su detención.
En este sentido, el general Freddy Hernández Parababí, destacó que más de ocho mil funcionarios fueron dispuestos para resguardar el proceso electoral y evitar la alteración del orden público.
En la Unidad Educativa Vicente Salias las máquinas de votación fallaron durante todo el día. El equipo de la mesa número 4 no funcionó desde las 7:00 de la mañana, generando gran malestar entre las 509 personas que aguardaban su turno para ejercer su derecho al sufragio.
Explicaron los presentes que tres máquinas fueron instaladas en el lugar y ninguna operó correctamente.
“Exigimos que comenzara el proceso manual, tal y como lo establece la ley. Sin embargo, desde el CNE en Caracas mandaron a decir que no estaba contemplado una votación manual, pues tenían muchas máquinas que podían sustituir a las averiadas”.
Personas de la tercera edad esperaron pacientemente su turno, pues el compromiso con Venezuela era superior al cansancio físico.
“No nos movemos, cumpliremos con el país”, fueron expresiones comunes entre los electores quienes toleraron los retrasos, soportaron las repentinas lluvias y el fuerte sol de mediodía.
Sello característico
El buen humor del venezolano se evidenció durante la jornada de este domingo. En medio de risas, conversaciones y hasta chistes, los ciudadanos esperaron su turno.
Cualquier espacio fue bueno para reposar las piernas y descansar por minutos para luego volver a la cola.
Hasta avanzadas horas de la tarde los centros de votación al este de la ciudad continuaban abarrotados de electores, dispuestos a esperar el tiempo que fuera necesario para cumplir con la Patria y fortelecer la democracia.
Fotos: Simón Alberto Orellana