Hay que salir a votar desde muy temprano y no tener miedo porque nadie sabrá por quién se vota. Sólo Dios y la conciencia de la persona
La gente tiene que acudir masivamente a votar hoy domingo 7 de octubre porque es un derecho constitucional, exhorta monseñor Antonio José López Castillo, arzobispo de la Arquidiócesis de Barquisimeto, al ser entrevitado por reporteros de EL IMPULSO en su despacho de la Curia.
El artículo 63 de la Constitución habla de que los ciudadanos tienen el derecho al sufragio mediante votaciones libres, universales, directas y secretas, expone. Por tanto, una persona consciente de sus obligaciones tiene que cumplir con ese principio.
El voto otorga autoridad
¡Ojalá que no tuviésemos abstención!, exclamó. Aspiro a que será derrotada porque si la ciudadanía acude entusiasta y en forma masiva, será la más baja en la historia de las elecciones venezolanas.
Quien no vota no puede después quejarse cuando las cosas no funcionen o no se tengan respuestas a los planteamientos que sean hechos, dice. Es necesario ejercer el sufragio para tener autoridad y poder quejarse ante lo negativo y fortalecer lo positivo.
Hay que salir a votar desde muy temprano este domingo y no tener miedo, aconseja. Nadie sabrá por quién se vota. Solamente Dios y la conciencia de cada persona.
No se puede tener miedo
Insistió en que se debe dejar atrás el temor y pedirle a Dios fuerza, firmeza y decisión en el momento en que nos corresponde votar por lo que nos dicte la conciencia en aras de tener un país con mayores libertades, de pleno de-sarrollo, de vigorosa democracia y progreso para todos.
En este sentido, es importante resaltar que nadie puede presionar, coaccionar o amenazar para que se vote por una candidatura determinada, observó. Incurrir en ese tipo de práctica es injusto, indigno e ilegal.
-¿Qué le diría a quienes estarían pensando en entorpecer el proceso electoral?
-A veces surgen rumores de que puede haber violencia; pero, esa es una manera de infundir miedo, para que los temerosos no salgan. Sin embargo, yo le pido a la ciudadanía que no tenga ningún temor, pues el Plan República está en la obligación de velar tanto por el proceso electoral como por la seguridad de las personas que acudan a los centros de votación.
Los jóvenes a votar con alegría
-¿Cuál es su mensaje para los jóvenes que por primera vez irán a votar?
-Los jóvenes quieren tener un futuro, un país en el cual puedan cumplir todos sus anhelos y, por lo tanto, deben tener la responsabilidad de elegir con plena conciencia de que después tendrán que reclamar cuando sientan que no se están haciendo las cosas debidamente. Es necesario que salgan a votar con alegría, entusiasmo y decisión.
Salir del atraso
-¿Qué le pediría al Gobierno que se instalará el 10 de enero del año próximo, como resultado de estas elecciones?
-Fundamentalmente, preocupación por la educación, que es punta de lanza para el desarrollo del pueblo. Es la manera que permitirá eliminar el atraso, por cuanto los niños y jóvenes se pueden ir capacitando adecuadamente para incorporarse a las diversas formas del desarrollo de la nación, ya que tendrán la oportunidad de ingresar al mercado laboral y ser bien remunerados. Indispensable es que los educadores sean bien escogidos y devenguen salarios dignos porque les corresponde una dura y compleja tarea en la formación de nuevas generaciones.
Igualmente, la educación frena la delincuencia porque quienes no están formados para el trabajo carecen de oportunidades para superar sus condiciones de vida y hay que evitar que eso suceda. Cada vez habrá más muchachos metidos en dificultades por dedicarse al delito.
Es necesario, por consiguiente, que la educación sea integral para todos. Además se debe asegurar que los niños reciban una alimentación sana y balanceada en los planteles y que no quede ningún niño fuera del sistema educativo.
La seguridad no se improvisa
Otro aspecto importante que debe tomar en cuenta el Gobierno que comience su gestión en enero es la seguridad pública porque la población está clamando, a todas horas, que cese la violencia en la calle, que no siga habiendo muertes de inocentes y no se mantenga la impunidad.
Es preciso que haya una depuración en los cuerpos policiales y aplicar los correctivos convenientes para que no sean infiltrados por individuos de mala conducta, que se unan a los delincuentes.
Para que los ciudadanos tengan seguridad se precisa del concurso de especialistas para que, conjuntamente con los funcionarios, se adopten procedimientos adecuados de prevención y no se improvise a cada instante, porque el problema jamás podrá ser atendido.
El flagelo de la delincuencia no puede ser resuelto con reformas al Código Penal, debido a que se ha demostrado que los delitos son consecuencia de una serie de cosas que ameritan estudios y, por supuesto, consideración.
Es preciso contar con policías bien preparados, no sólo técnicamente en las funciones que les corresponde desempeñar como guardianes del orden público, sino moralmente, para que no se corrompan. Deben contar con equipos suficientes para el patrullaje y además deben ser bien pagados para que puedan satisfacer las necesidades de sus familias.
Recuperación de los penales
A juicio de monseñor López Castillo, también hay que recuperar las cárceles para evitar que sean los llamados pranes -los delincuentes más peligrosos, sanguinarios y mejor armados dentro de los penales- los que imponen las condiciones y los directores de esos centros de reclusión no tienen ninguna autoridad, ya que incluso no tienen acceso a los pabellones, porque en cada uno de éstos hay individuos que tienen absoluto dominio sobre los demás privados de libertad.
Hay que acabar con los llamados ”coliseítos”, en los cuales los presos utilizan armas cortantes para ocasionarse cortaduras, algunas veces para ser llevados a los hospitales y buscar la forma de fugarse; y otras, para dirimir diferencias que terminan en homicidios sin responsabilidad porque nadie dice quién causó la muerte. Definitivamente, es una práctica inhumana que se ha convertido en rutinaria por falta de autoridad.
Le pido, desde ya, al gobierno nuevo que debe tomar el control carcelario porque hoy día cada penal es un infierno y no existe una política para rehabilitar a los reclusos, quienes viven hacinados, en condiciones deplorables y condenados a muerte porque en cualquier riña pueden perder la vida por no tener protección alguna.
Ocuparse de la economía
En tercer lugar, la máxima autoridad de la Iglesia en Lara aseguró que el Gobierno deberá buscar la forma de ir disminuyendo la economía informal ya que no existe sitio donde no se encuentren personas subsistiendo porque no tienen un empleo, ni mucho menos seguridad social. La economía tiene que ser materia fundamental para encauzar al país hacia nuevas formas de progreso y bienestar, observa. La inflación en forma despiadada atormenta a los más pobres todos los días, porque todo lo que pueden ganar se les va en la compra de los alimentos y no tienen oportunidad alguna para salir de su situación, que es lamentable.
Impunidad
Es preocupante la impunidad que existe en Venezuela, dice monseñor Antonio José López Castillo.
Las madres, hermanos, esposas, huérfanos y, en fin, familiares de las víctimas inocentes que han sido baleadas a manos de los delincuentes sienten la frustración y el dolor, les parte el corazón cuando los responsables de hechos tan crueles como lamentables pueden seguir libres.
Y lo peor es que pueden andar tranquilamente por todo el territorio nacional, siguiendo el camino de la delincuencia, arrebatándole las pocas cosas que cargan personas indefensas y que podrían ser nuevas víctimas, ya que por el poder que les dan las armas de fuego actúan a sus anchas y, si caen presos, pueden lograr nuevamente recuperar la libertad.
Tiene que imponerse la justicia porque quien comete un hecho delictivo debe pagar condena.
No es posible que desde las cárceles operen mafias que se dedican, mediante la utilización de celulares, a ordenar a otros antisociales cometer secuestros de personas o, en otros casos, concretar sicariatos. Tampoco pueden los pranes establecer condiciones con las autoridades para llegar a unos arreglos porque de esa forma se les está reconociendo autoridad a quienes carecen de la misma porque han atentado contra ciudadanos y violentado leyes.
Es por ello que uno de mis pedimentos al Gobierno que se instale el 10 de enero, como resultado de las elecciones de este siete de octubre, es que se haga respetar, aplique la Constitución porque ésta fue aprobada para ser cumplida y garantice un clima de tranquilidad y paz a toda la población.
Lo fundamental para nuestro país es la reconciliación
Cuando a monseñor Antonio José López Castillo se le pregunta sobre la reconstrucción de los valores de la familia, inmediatamente responde:
-Hay que comenzar desde el hogar y, desde luego, en las escuelas y los liceos la formación de los valores humanos: la responsabilidad, el trabajo, el esfuerzo y el sacrificio para llegar a las metas que nos trazamos, la sinceridad en todos nuestros actos y la actitud solidaria.
En el curso de los últimos años hemos venido observando una decadencia social.
Ha habido un relajamiento en la conducta de los jóvenes y también de los adultos porque se piensa que la vida hay que desarrollarla alegremente, sin importar aspectos fundamentales para la convivencia, como la solidaridad, el respeto y el aprecio.
Los seres humanos deben tomar en cuenta que es importante cumplir los mandatos de la ley de Dios.
Lamentablemente, se han venido imponiendo la codicia, la avaricia y la corrupción por encima de la honestidad, la honradez y la responsabilidad.
La familia tiene que educar a los hijos en valores humanos y cristianos, ya que de lo contrario los jóvenes van a sufrir las consecuencias.
Conviene que los jóvenes acudan a la escuela para padres y para madres porque generalmente las parejas se casan, pero no están preparadas para formar una familia. Hay que ayudarlos a saber dialogar, a oír, a crear un clima de confianza.
-¿Qué opinión le merece el escándalo de unas modelos y actrices que presuntamente están involucradas con unos delincuentes de la cárcel de Tocorón?
-Esa es una situación muy propia de la descomposición social porque las personas piensan en la forma de ganar dinero fácil sin darse cuenta de que les puede esperar la cárcel o terminar asesinados porque los delincuentes arreglan las diferencias a balazos. Son muchos los seres humanos que consideran que lo importante es obtener el dinero como sea, precisamente porque carecen de los valores humanos que son indispensables para llevar una existencia decente. Los medios tienen que ser honestos para llegar a buen fin. Ya decía que la formación debe partir del hogar, donde se debe hablar claramente de todas estas cosas que están dañando a la sociedad. Ya no sólo vemos que los reclusos tienen armas y drogas dentro de los penales, sino que hay armas por doquier en los barrios porque la falta de valores ha fortalecido la existencia de los llamados azotes, quienes imponen el control sobre los vecinos.
-¿Cree posible que haya un desarme?
-Se dice que en el país hay más de seis millones de armas en manos de civiles, cifra que no puede ser comprobada; pero todos los días vemos que los homicidios aumentan en forma considerable porque a cualquier hora se producen hechos de violencia.
Hace falta voluntad política para enfrentar esa situación. Se sabe que han sido entregadas armas a grupos, lo que no está bien, por cuanto solamente las instituciones establecidas para mantener la seguridad deben contar con armamento y ningún civil debe portar arma.
Conviene, por una parte, que un nuevo gobierno a instalarse el 10 de enero del próximo año entienda que la violencia hay que acabarla con medidas bien estudiadas y no por la fuerza.
Se deben eliminar los portes de armas a civiles porque nadie puede empuñar una pistola o un revólver prevalido de una autorización dada por funcionarios del Estado.
Al mismo tiempo, hay que quitarle las armas a quienes las tienen ilegalmente. En este aspecto, se debe llegar a la adopción de soluciones adecuadas: preparar a esos individuos sicológicamente para que entiendan que es inapropiado el uso de armas de fuego. Por supuesto, el cambio debe ser con cosas útiles, como computadoras. Y lo más importante es que la colectividad también coopere porque no puede vivir bajo el reinado de sujetos desadaptados cuando el orden, la seguridad y la paz deben ser garantizados por el Estado.
-¿No cree que esa es una tarea difícil?
-Claro que no es fácil, pero hay que hacerlo. De lo contrario, cada día será peor la situación.
-¿Cuál sería su deseo en torno a los dos candidatos que se disputan la presidencia de la República?
-Considero que lo fundamental para el país, por parte de cada uno de ellos, es la reconciliación. Que se consideren hermanos por parte de Dios.
Y, por supuesto, dar ejemplo de que los políticos pueden dialogar en forma sensata porque las diferencias son propias de cada ser humano. Cada individuo tiene una forma de pensar y la mejor es la que sea por el bien de los demás. Recordar que Cristo pidió a cada persona amar a su semejante. De esa forma podrá haber reconciliación.
Fotos: Dedwison Álvarez