Yo vi cuando tu sombra se diluyó en el olvido.
Y entonces y sólo entonces comprendí que todo estaba perdido.
Que había muerto la sonrisa, con la cual te conocí,
En la que yo me recreaba y me sentía tan feliz:
Pero todo tiene un final y el destino no lo dispuso así,
que se abrieran dos caminos y en uno de ellos, me voy sin ti.
No se si he de llorar, no se si he de sufrir,
Sólo se que al no tenerte, sólo me toca morir.