#opinión: Lara y su problemática social por: José Fabio Oronoz

Los problemas regionales en el caso de esta entidad están completamente identificados sobre el nivel y la gravedad de los males, o donde duelen más. Los gobernantes y los dirigentes con algún grado de información conocen la situación de confrontación política imperante, cuyas consecuencias recaen en el atraso y el aislamiento. Nuestra clase política ha olvidado que su función es gobernar. Y hay que criticarla no por el simple hecho de que exista, sino porque sea inepta y cumpla mal su papel.
En Lara ha habido debilidad, falta de liderazgo, insuficientegestión, enfermedades de nuestra democracia como el amiguismo, complacencia en el otorgamiento de obras, deficiente conocimiento del asunto en las altas instancias del gobierno y la empresa privada, poco tino y mala suerte en la ejecución de planes y proyectos, falta de compromiso de muchos de quienes han debido ser sus portaestandartes y, desafortunadamente, nuestra urbe adolece de ese impulso decisivo para articular su desarrollo. El gobierno tanto regional como municipal tienen ante sí la gran responsabilidad de ponerse a la altura del momento histórico que vivimos.
Ojalá haya allí el compromiso y la capacidad que la situación demanda. En momentos en que la economía regional parece no encontrar su ruta; el consenso político debería convertirse, denuevo, en el eje básico para coordinar su verdadero avance. Sinembargo, la corrupción camina al ritmo que se le imprima en las entidades oficiales, o en el manejo abusivo de las contrataciones para beneficio particular. Es evidente el destrozo de su infraestructura vial, la crisis que afronta el Hospital Universitario AMP como digna institución de salud, ni hablar de la inseguridad ciudadana, de la escasez de agua en algunas comunidades, de la invasión del espacio público, son problemas sentidos.
Como los son los de la educación, los de la mediocridad de no pocos servidores públicos vinculados al manejo del poder con intenciones ilícitas. Como también la pobreza extrema en las barriadas periféricas de nuestra ciudad, la drogadicción mediante el consumo de estupefacientes, el estancamiento de la producción agropecuaria, la degradación del ejercicio político con todos sus funestos efectos contra la democracia. Se han acumulado muchos factores negativos en el entorno regional. Pero esa situación de desvío, de crisis institucional profunda, de hundimiento se agudiza con la conducta conformista y permisiva de quienes tienen el manejo del poder o de las palancas de su decisión.
La complicidad con los amigos de los corruptos, que van desde el abuso con los recursos oficiales hasta la violencia ejercida para acallar a sus contrarios, deja un saldo negativamente explosivo y ese estado de cosas pesa en contra de la comunidad. Por eso se enredan los proyectos y se frustran las soluciones. Por eso se hace recurrente la incapacidad de los organismos públicos en las gestiones que son de su competencia. Por eso la política que debiera ser un ejercicio honroso muchas veces apesta. Poreso, el compromiso de los nuevos dirigentes(los que resulten elegidos el próximo 16 de diciembre) debiera ser romper con ese tejido de adversidad y consolidar un rumbo correcto en el sentido de los fines y de los resultados.
La conducta de quienes tienen la responsabilidad de obrar con decencia y eficiencia para generar bienestar general no se pone en el rumbo correcto, no se saldrá del atolladero por más poder político de que se ufanen quienes están en las posiciones de mando. Lara requiere solución definitiva a sus problemas.
José Fabio Oronoz