El presidente de la Fundación Los Generales de Lara, Armando Becker, reconoció que siguen en la búsqueda de recursos para afrontar los compromisos salariales y logísticos existentes con la plantilla que disputa la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) y que anoche culminaba una serie de dos encuentros en San Carlos contra los Lanceros de Cojedes.
Becker no quiso referirse a la cantidad de quincenas pendientes, pero sí explicó las dificultades que ha atravesado para recibir los recursos por parte de los patrocinantes. “Seguimos tratando, luchando y esperando. Los muchachos también lo están y han tenido mucha paciencia. Han aguantado la pela conmigo”, dijo el exjugador y ahora directivo.
“No hemos dejado de trabajar, estamos buscando, tocando puertas nuevas, volviendo a tocar otras, para lograr que la situación se normalice y sigamos con el proyecto que empezamos un día con mucha ilusión. Se ha hecho muy difícil”, admitió el mandamás de un equipo que está en plena lucha por meterse a los playoffs en la conferencia Sur-Occidental.
“No quisiera entrar en detalles acerca de lo que se debe, pero se está trabajando con retrasos”, aseveró. “He ido a entes públicos y privados y por las dos partes me han dicho que necesitan esperar a que pasen las elecciones. Es difícil porque yo no puedo esperar para pagar transporte, viáticos de jugadores. Hay angustia de no quedar mal porque ya estamos montados en esto, pero no me voy a quitar ni nos vamos a rendir”.
Hasta el momento, los patrocinantes conseguidos antes del arranque del torneo, a finales del mes de agosto, han contribuido.
“También lo ha hecho un amigo por aquí, otro por allá, gente a la cual le gusta el baloncesto y nos ayuda, pero hemos utilizado hasta recursos propios para cumplir con todas las series. Incluso estar en Barquisimeto es un gasto”.
Batalla dura
Becker explica que, tal y como lo dijo al principio, cuando presentó a los medios su fundación conformada por buena parte de su núcleo familiar, Generales necesita “la ayuda de muchos y la ayuda de todos, porque esto no es nada más un equipo. Es una fundación que quiere hacer cosas por el estado. No sólo son sueldos de jugadores y técnicos que se benefician, son las escuelas con las que comenzaremos a trabajar”.
Hay dos reuniones en agenda para comenzar con un par de escuelas del municipio Iribarren y luego hay otra clínica programada en Quíbor, municipio Jiménez. “Queremos hacer cosas aunque nuestro bolsillo esté apretado, porque el interés es sumar y colaborar con el desarrollo del deporte y las personas de este estado”, afirmó Becker. “La cosa está difícil, pero hay que seguir luchando con el ánimo al cien por ciento, porque alguna puerta se tiene que abrir. Algún ente tiene que darse cuenta de que estamos trabajando duro, alguna empresa privada, porque nosotros solos no podemos”. La plantilla y el cuerpo técnico viven grandes vicisitudes.
Foto: Daniel Báez/Archivo
