Muchos cubanos aguardan con preocupación los comicios en Venezuela, rogando que sea reelegido el presidente Hugo Chávez para evitar un nuevo derrumbe de la economía de la isla.
Venezuela se convirtió hace una década en el principal aliado político y socio económico y comercial de Cuba, que estaba sumida en una aguda crisis tras el colapso soviético en 1991.
Aunque los medios cubanos, todos bajo control estatal, han proclamado que un triunfo electoral de Chávez es inevitable, muchos ciudadanos temen que una eventual derrota del mandatario venezolano arrastre a Cuba a una crisis similar o peor que la sufrida tras la desintegración de la Unión Soviética.
«La moribunda economía cubana está sosteniéndose por la ayuda venezolana, si se cortara ese cordón umbilical esto sería el desastre», declaró a la AFP el economista disidente cubano y ex preso político Oscar Espinosa Chepe.
«La población cubana en un por ciento muy alto está preocupada con eso», agregó el economista, en alusión a una eventual victoria del candidato opositor Henrique Capriles.
Su opinión es compartida por el ex policía Juan Miguel Estévez, de 46 años: «Claro que hay preocupación, por muchas cosas. Cuba se está manteniendo de Venezuela. Si se jode Venezuela caemos en lo mismo que nos pasó con la Unión Soviética, otra vez de cabeza para la crisis y eso nadie lo quiere», dijo Estévez a la AFP.
«Toda una serie de ayudas se pondrían en peligro, porque el contrincante de Chávez ha dicho que eso no va a seguir así. Eso sería terrible», añadió.
De la mano de Chávez, Cuba volvió a tener acceso a petróleo en condiciones preferenciales.
Venezuela suministra a La Habana unos 100.000 barriles de petróleo diarios bajo condiciones preferenciales de pago, recordó el experto en energía Jorge R. Piñón, del Centro de Política Hemisférica de la Universidad de Miami.
«Cuba consume en la actualidad aproximadamente 147.000 barriles por día de productos del petróleo y produce aproximadamente 50.000 barriles diarios de petróleo crudo, lo que significa un déficit de unos 100.000 barriles por día, suministrados por Venezuela», agregó en un informe sobre el «futuro del sector energético cubano».
Según cifras oficiales cubanas el comercio bilateral fue de 6.000 millones de dólares en 2010, con una balanza favorable a Caracas cuyas ventas fueron de 4.300 millones contra 1.700 millones de La Habana.
Pero los dos países mantienen una activa cooperación, que sólo en 2012 abarca 47 proyectos por 1.600 millones de dólares en educación, agricultura, salud y deportes, entre otras actividades, además de tener funcionando varias empresas binacionales.
Cuba aumentó sus ingresos con el envío de unos 40.000 profesionales, principalmente médicos, a trabajar en misiones en los barrios pobres venezolanos o a asesorar a diferentes sectores del Estado venezolano.
La venta de servicios profesionales, fundamentalmente a Venezuela, es la principal fuente de divisas de Cuba, y le reporta unos 6.000 millones de dólares anuales, por encima del turismo 2.000 millones en 2011 y las exportaciones de níquel 1.100 millones en 2010, según cifras oficiales.
Todo esto quedaría en riesgo si triunfara el candidato opositor Henrique Capriles Radonski, por lo que muchos cubanos, independientemente de que simpaticen o no con Chávez, quieren que gane las elecciones del 7 de octubre, dijo Espinosa Chepe.
Otros cubanos están convencidos de la reelección de Chávez, quien visita con frecuencia la isla para hablar con sus amigos Fidel y Raúl Castro, y en el último tiempo para recibir atención médica por un cáncer.
«Chávez ya tiene esa elección en el bolsillo, así que no hay de qué preocuparse. Con Cuba todo seguirá igual, no hay marcha atrás», dijo a la AFP Amado García, un agricultor de 50 años.
«Los cubanos conocen la relación comercial que tenemos con Venezuela. Si ganara Capriles, claro que todo eso se perdería, y eso es lo que preocupa a un sector de la población, pero esa elección la va a ganar Chávez con los ojos cerrados, eso es una realidad», dijo a la AFP Enmanuel Díaz, de 21 años, estudiante de Contabilidad y Finanzas de la Universidad de La Habana.
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